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El juicio por el asesinato de su ex novia Marina Okarisnka y su amiga Laura del Hoyo llega a su recta final. La fiscal Cristina Moruno ha mantenido la petición de que Sergio Morate sea condenado a 48 años de prisión, como autor de dos delitos de asesinato, en el juicio con tribunal del jurado que se sigue en la Audiencia Provincia de Cuenca por la muerte de Marina Okarinska y Laura del Hoyo, en agosto de 2015.

En su alegato final ante el jurado popular, la fiscal ha mantenido su petición inicial de condena para Morate, al considerar que en la vista ha quedado probado que había premeditado asesinar a su expareja Marina Ocarinska y que asesinó a Laura del Hoyo para evitar ser descubierto.

Técnicos de la Unidad Central de Análisis Científicos de la Policía Nacional han confirmado que había ADN de Sergio Morate en la boquilla de una garrafa de agua hallada junto a la fosa de Palomera (Cuenca), donde aparecieron los cadáveres de su exnovia, Marina Okarinska y de la amiga de esta, Laura del Hoyo. También han testificado los forenses que examinaron los cuerpos y que han determinado que las muertes se produjeron cuando habían transcurrido entre tres y cuatro horas tras la comida.

En el juicio contra Sergio Morate en Cuenca, la mujer de su amigo rumano ha dicho hoy que el acusado les confesó que había matado a su novia. Un testimonio que coincide con el del jefe de policía encargado de la investigación, que relató que Morate le confesó de modo informal que había matado a las dos jóvenes y cómo había enterrado sus cuerpos. Hoy siguen las declaraciones de policías y testigos. El abogado de Morate insiste en que pedirá su absolución. La fiscalía pide para él 48 años de cárcel.

Uno de los testimonios más relevantes ha sido el de la prima de Sergio Morate con la que se puso en contacto cuando ya había huído. También han declarado el propietario de un establecimiento de piensos donde Morate fue a comprar cal y un amigo suyo que estudió Derecho, al que le preguntó sobre la extradición. 

De los 3 testigos citados en Rumanía para declarar por videoconferencia, entre ellos el amigo que le refugió y donde finalmente la policía detuvo al acusado, no se ha presentado a nadie.

Los padres y la hermana de Marina Okarinska han coincidido, en la primera sesión del juicio contra Sergio Morate por el asesinato de su exnovia Marina y de la amiga de esta, Laura del Hoyo, en poner de manifiesto la difícil relación que tenía con Sergio Morate, una vez que habían dejado su relación de pareja tras estar durante cuatro años viendo juntos y en el carácter dominante del procesado. El acusado se ha acogido a su derecho a no declarar.

La sentencia considera probado que Bruno Hernández mató a una tía suya y a una inquilina de su chalé, en Majadahonda (Madrid). A continuación trituró los cadáveres en una picadora industrial de carne, que tenía en el sótano de su casa.

Durante la vista oral su letrado solicitó la eximente al asegurar que estaba privado de sus capacidades mentales debido a la esquizofrenia que padece.

Sin embargo, los psiquiatras establecieron en el juicio que el esquizofrénico "puede estar loco pero no es tonto", y la sentencia asegura que el hecho de que padezca esquizofrenia paranoide no significa que tenga anuladas sus facultades mentales, pues no se ha establecido una relación entre el delirio y los hechos cometidos.