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El nuevo hombre fuerte del país, Abdelfatah al Burhan, también militar pero menos identificado con el régimen derrocado de Al Bashir ha tomado las primeras medidas para calmar a la población: el fin del toque de queda nocturno, la liberación de los detenidos y la apertura de un proceso de diálogo con los partidos políticos, prometiendo que en un máximo de dos años habrá un gobierno civil en el que los militares no intervendrán.

El ministro de Defensa sudanés, Awad bin Auf, ha dimitido de su cargo al frente de la junta militar constituida para dirigir el país tras el derrocamiento del presidente Omar al Bashir, tan sólo 24 horas después de asumir el puesto y en medio de las protestas civiles. En un mensaje leído en la televisión estatal, Bin Auf ha anunciado que su decisión busca "preservar la unidad del Ejército" y "evitar grietas", y ha designado al general Abdelfatah al Burhan como presidente del Consejo Militar Transitorio, que está previsto que gobierne por un periodo de dos años.

No van en caravana pero los inmigrantes siguen llegando a la frontera sur de México. Entre los que entran clandestinamente por el río Suchiate cada vez hay más cubanos. Recorren por tierra toda centroamérica desde Panamá, donde ahora no les piden visado. A la ciudad mexicana de Tapachula también han llegado haitianos, nepalíes y congoleños. Esperan sus papeles y cada vez hay más tensión. Un grupo de cubanos se ha puesto en huelga de hambre. 

El presidente del Senado argelino, Abdelkader Bensalah, ha sido designado por el Parlamento como jefe de Estado interino para un periodo de 90 días. Bensalah fue designado según el artículo 102 de la Constitución argelina una semana después de la dimisión de Abdelaziz Bouteflika en medio de protestas populares en favor de un cambio de régimen.