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¿Sabías que la maternidad cambia profundamente el cerebro?

  • Durante la maternidad experimentamos la matrescencia, un proceso similar a la adolescencia
  • La doctora Susana Carmona afirma que las mujeres que han sido madres tienen "rasgos cerebrales más jóvenes y mejoras en funciones ejecutivas"

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Ser madre ayuda a tener un cerebro más joven
Ser madre ayuda a tener un cerebro más joven Freestocks - Unsplash

La psicóloga y doctora en Neurociencia Susana Carmona dirige Neuromaternal, un grupo de investigación de neuroimagen del hospital Gregorio Marañón. De la misma manera se titula su primer libro, donde se informa sobre un tema muy importante a nivel humano que nos ayudará a entendernos a nosotras mismas o a cualquier persona de nuestro alrededor que sea madre: los profundos cambios cerebrales que acompañan al embarazo y la maternidad. ¿Quieres saber cuáles son esos cambios y durante cuánto tiempo permanecen? ¡No te pierdas su entrevista en Tras la tormenta!

La maternidad es como la adolescencia

Acuñado por la antropóloga médica Dana Rafael, el concepto matrescencia hace referencia al "proceso de convertirse en madre, pero además es un juego de palabras que une esta maternidad con adolescencia y eso nos permite remarcar los paralelismos que existen en estas dos etapas", explica la doctora.

¿En qué se parece la maternidad a la adolescencia? Pues en que nuestro cuerpo cambia: "hay grandes incrementos en las hormonas sexuales, nos cambia el cerebro y, de manera muy similar, también cambia nuestra percepción del yo, quién somos, cambia la percepción que tiene la sociedad de cómo debemos actuar, qué esperan de nosotros", señala Susana Carmona.

Según la psicóloga, conocer estas similitudes permite ser conscientes de que estamos pasando por un proceso similar a uno que ya hemos pasado con anterioridad y, lo mejor de todo, que la sociedad se aleje de esa idea de que con la maternidad a las mujeres se les atrofia el cerebro o se les empeoran las funciones cognitivas.

Estamos más lentas pero, ¿por qué?

La maternidad conlleva algunas disfunciones cognitivas derivadas de la falta del sueño, el estrés, el estado anímico o la inmensa carga mental que nos hacen ser más olvidadizas o lentas. "Tus recursos mentales tienen una capacidad limitada y si antes tenías que hacer diez cosas y ahora la mitad de tus recursos mentales se los come el bebé... Porque cuidar a un bebé y aprender a cuidar a un bebé en muy poco tiempo es un proceso muy difícil, solo que lo damos por hecho y parece que no estamos aprendiendo nada", señala Susana Carmona.

Es importante que les demos voz y estudiemos estos casos. Según la doctora, las investigaciones científicas han revelado que la pérdida de memoria depende del momento de la maternidad que se analice: "Parece ser que al final del embarazo y al principio del posparto sí que las mujeres embarazadas puntúan un poquito menos en ciertos test de memoria, pero solo cuando esos test de memoria no tienen nada que ver con el bebé. Cuando se les pregunta o se les dice la lista de palabras y en ella se incluyen ítems relacionados con el bebé como biberón, calostro, cosas de este estilo, las mujeres embarazadas puntúan mucho mejor". Esto significa que las prioridades de las mujeres cambian durante el embarazo, explica la psicóloga.

Aptitudes positivas que da la maternidad

No todo va a ser malo. Susana Carmona quiere recordar que la maternidad también trae consigo habilidades que serán muy útiles en nuestra vida: con ella aprendemos a regular nuestras emociones y a ser mucho más flexibles.

Además, investigadoras europeas y americanas han descubierto mediante una comparación del cerebro de mujeres de mediana y avanzada edad que habían sido madres con el cerebro de mujeres de esa misma edad que no lo habían sido y "vieron que aquellas que habían sido madres mostraban rasgos cerebrales más jóvenes y mejoras en funciones ejecutivas, un tipo de funciones relacionadas justamente con esto que decíamos de flexibilidad cognitiva", cuenta la psicóloga. O sea que, aunque se detecte un mayor envejecimiento durante el embarazo, lo cierto es que durante el postparto este efecto se revierte.

¿Por qué sucede esto? La doctora lo asocia a dos hipótesis. La primera es más biológica, la cual dice que el embarazo deja una huella de por vida a nivel hormonal, inmune y cerebral que permite que durante la menopausia haya una menor inflamación y exista una mayor protección contra el deterioro cognitivo y el envejecimiento. La segunda hipótesis es más "ambiental" ya que también se ha observado en padres y es que, cuando eres madre, entrenas constantemente las funciones ejecutivas, produciendo una "especie de resiliencia" denominada reserva de recursos que contribuye a tener un cerebro más entrenado para la vejez.

¿Los cambios se quedan?

En los animales se ha visto que estos cambios experimentados a partir del embarazo se mantienen durante toda su vida. Sin embargo, no se puede hacer ninguna afirmación sobre los humanos ya que es algo que apenas se ha estudiado.

Lo que sí sabemos con claridad son los resultados de una investigación que llevaron a cabo en el laboratorio de Susana Carmona. En él se estudiaban a las mujeres seis años después del postparto y descubrieron que los cambios cerebrales persistían. Además, afirma que "todos esos estudios que te he comentado antes que comparan a mujeres de unos 70 años en función de si han sido madres o no, también observan cambios cerebrales".

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