Lou-Andreas Salomé, la primera psicoanalista de la historia

• Nacida en Rusia en 1861, fue la primera mujer aceptada en el Círculo Psicoanalítico de Viena
• Su pensamiento dejó huella en figuras como Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche
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Lou-Andreas Salomé, la primera psicoanalista de la historia

Durante la pasada semana, ‘Saber y ganar’ ha dedicado todos los programas a la figura de la mujer con motivo del 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer. Una de las figuras que rescatamos fue la de Lou-Andreas Salomé, una pensadora incansable que además de dedicarse a infinidad de actividades, fue la primera psicoanalista de la historia. ¿Habías oído hablar de ella antes?

Intelectual desde su primera juventud

Luíza Gustávovna Salomé nació un 12 de febrero de 1861 en San Petersburgo, por aquel entonces el Imperio Ruso, de cuyo ejercito era miembro su padre, y fue la menor de seis hermanos, siendo además la única mujer. Ya desde adolescente mostró interés por el mundo intelectual y se formó en teología, filosofía, religión y literaturas francesa y alemana de la mano de un predicador 25 años mayor que acabó enamorándose de ella.

Lou, que es como la llamaban en casa, quería ampliar sus conocimientos y pidió a su madre que la inscribiera en la universidad de Zúrich ya que en aquel entonces Suiza era el único país de habla germana donde las mujeres podían cursar carreras. Dos años después, ya con 21 cumplidos, se trasladó a Roma donde conoció a dos hombres que marcarían su vida: Paul Reé y Friedrich Nietzsche.

Con ellos formó un trío intelectual que se autodenominó como "La Santísima Trinidad" (algo que les trajo críticas, obviamente), aunque tuvieron sus más y sus menos ya que, a pesar de ser amante de Reé, Nietzsche le propuso matrimonio alegando que era la única mujer que podía comprenderle. Ella le rechazó y al tiempo se casó con Carl Friedrich Andreas.

Amistad con Rainer Maria Rilke y Sigmund Freud

Conoció a Rainer Maria Rilke cuando este era un joven de 21 años al que ella sacaba 15. Su amistad también se trasladó a la alcoba y se sabe que Salomé fue una gran influencia y consejera del poeta y novelista austriaco hasta su fallecimiento.

Otra de sus relaciones de amistad más conocidas fue con Sigmund Freud, quien despertó en ella la curiosidad y admiración por el psicoanálisis. Su compañerismo se basaba en la admiración y respeto mutuos, y su estrecha relación propició que ella comenzase a pasar consulta psicoanalítica a partir de 1915 y hasta que su salud se lo permitió.

Murió en 1937 en Gotinga. Tenía 76 años y un fallo renal fue el que se la llevó. Pocos días después de su muerte, la Gestapo confiscó su biblioteca aunque parte de su obra, unas 12 novelas y diversos estudios, además de las cartas que se escribía con otros pensadores, han llegado a nuestros días.

Logros

Esta incansable pensadora escribió multitud de poemas, ensayos, romances y libros, además de intercambiar correspondencia con varios pensadores destacados de la época. Tal y como hemos visto, dejó huella en figuras como Friedrich Nietzsche, Rainer Maria Rilke o Sigmund Freud. Lou Salomé fue la primera mujer aceptada en el Círculo Psicoanalítico de Viena y estudió esta disciplina durante más de veinte años, siendo el narcisismo femenino uno de sus principales temas de estudio.

De hecho, fue una mujer pionera en escribir sobre sexualidad y ha pasado a la historia como el prototipo de mujer independiente que, en la época en la que vivió, no era nada habitual. Inquieta e inconformista, supo moverse por los círculos intelectuales de Europa y se desligó del papel que la sociedad de la época tenía reservado para las mujeres, no solo con su trabajo y sus obras sino también con la libertad con la que disfrutó de su vida amorosa y sexual.

Lou-Andreas Salomé, la primera psicoanalista de la historia

Lou-Andreas Salomé, la primera psicoanalista de la historia