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Carlos Herrera sobre el Rey Emérito: "A nadie le hace gracia salir de su casa con una maleta y dos bolsas de ropa"

  • El periodista, que ha viajado a Abu Dabi a ver a don Juan Carlos, informa de sus problemas de movilidad
  • Recuerda las dos veces en que fue objetivo de ETA y admite que está listo para jubilarse
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Carlos Herrera en 'Las tres Puertas'
Carlos Herrera en 'Las tres Puertas'

Carlos Herrera clausura el octavo programa de ‘Las tres Puertas’, el espacio que cada miércoles a las 22:40 horas presenta María Casado en La1 de RTVE, y donde también participan la periodista Mercedes Milá, la cantante Vanesa Martín y los actores Ana Duato, Pablo Rivero, Irene Visedo y María Galiana, los intérpretes que dan vida a la familia Alcántara en la histórica serie de ‘Cuéntame’.

El periodista andaluz, que lleva décadas ante el micrófono de la radio, repasa los pilares de su profesión, como tener siempre presente a los oyentes y ofrecer una disparidad de opiniones sea cuál sea su línea editorial. A pesar de que manifiesta que está a punto para jubilarse, confiesa que disfruta muchísimo haciendo su programa, para el cual tiene que levantarse de madrugada, y que es un enamorado de su Sevilla natal. Entre los temas más destacados de su conversación están su relación con el Rey Emérito Juan Carlos I

Los problemas de movilidad de don Juan Carlos

Carlos Herrera mantiene una relación de amistad con el Rey Emérito “Yo creo que él quiere venir, lo ha manifestado en alguna ocasión, que está deseando venir unos cuantos días, venir, aparecer, no necesariamente quedarse, como le decía en esa carta que le ha enviado a su hijo porque él está bien afincado en Abu Dabi”. Don Juan Carlos se encuentra bien de salud aunque “con las limitaciones propias de una persona de 84 años, con déficit de movilidad, en fin… que moverse… no es salir a pegar patadas al campo. Necesita un pequeño operativo para hacerlo”, relata Herrera e insiste que “yo creo que él tiene muchas ganas de venir a Sanxenxo a una regata, a los toros a Sevilla o a Madrid a casa de un amigo, o a una cacería en La Mancha”.

La marcha de España del padre del actual rey de España, Felipe VI, fue uno de los temas más comentados a nivel mediático y el propio entrevistado admite que la forma en que partió no fue la más adecuada: “Yo creo que él, cuando se marchó obligado por el gobierno, obligado por el gobierno y con el consentimiento de la Casa, sabía que se marchaba para aliviar las tensiones que en ese momento se estaban centrando en la Corona, en la Casa Real. A nadie le hace gracia salir de su casa con una maleta y dos bolsas de ropa, pero lo hizo”. Carlos Herrera revela que el Emérito vive “sin lujos, pero confortablemente. Cuando digo que no tiene lujos, igual no tiene 7 sirvientes y camina sobre un lecho de rosas. Vive confortablemente como se merece. Allí ha encontrado un sitio muy agradable donde quedarse” aunque insiste en que “lo que está desenado es poder coger un avión de línea y venir”.

Cuando ETA le quiso matar

Carlos Herrera vivió una de las épocas más negras de la historia de España, cuando el país convivía con el miedo de la amenaza terrorista por parte de ETA. El periodista, que se jugó la vida por manifestar su opinión libremente, recuerda que “no me la jugué solo yo, se la jugó mucha gente y muchos la perdieron”. En su caso, hubo dos ocasiones en las que casi lo matan. “Yo la esquivé dos veces. Tuve suerte. Una vez… yo no sé si por torpeza de quien montó el operativo o porque yo lo abrí por la carilla no indicada. Una fue que me enviaron una bomba al trabajo que yo recogí en la mano por error mío, además, y lo abrí en un ascensor”. “¿Era una caja de puros?”, le pregunta María Casado, a lo que el entrevistado responde “sí, sí” antes de recodar el segundo intento de asesinato: “estaban esperando abajo varios días lo que pasa es que yo no estaba aquí, estaba en Miami. Y eso me salvó la vida”.

El respeto por su audiencia, ante todo

El locutor radiofónico es consciente de que cada mañana le escuchan una media de 2,5 millones de personas, algo que nunca pierde de vista y que, admite, ha modificado su forma de expresarse con la finalidad de no herir a ningún colectivo. Herrera recuerda una de las ocasiones en las que una charla con una oyente le hizo pedir perdón por una forma suya de expresarse.” Yo hacía un programa de copla y decía ‘madre mía, me inyecto esta copla en vena de lo buena que es’ y una vez una señora de pelo blanco y vestida de negro me dice ‘don Carlos Herrera, le voy a pedir una cosa, no vuelva a decir eso de me inyecto’. Yo le dije ‘es una frase hecha’ y ella dijo ‘yo sé que es una frase hecha pero a mí se me ha muerto un hijo por droga y tengo a otro seriamente enfermo y en la cárcel y cada vez que le oigo a usted decir eso se me abre la carne’ y yo le dije ‘señora tiene usted razón, no lo voy a decir más’”.

Pensando en el retiro y con ganas de volver a televisión

Hablando de su próxima jubilación, Carlos Herrera no se corta al decir que a él le queda poco en activo. “Yo tengo 65 años, yo creo que ya está bien, ¿no? Quedarte ahí todos los días como si fueras el único de la panadería que sabe amasar pan… pues yo creo que hay que dejar a gente que lo amase y yo salir de humilde jubilado a ver las obras, a mí me gusta mucho ver obras por la calle con mi periódico y mi chandalito”, admite entre risas.

Sobre si volvería a televisión, el sevillano manifiesta sin pelos en la lengua que “es la tele la que no quiere que yo vuelva. ¿Qué me gustaría hacer en la tele? Programas que no exijan la competitividad en la que tienes que estar sacrificado el minuto a minuto de comparación y de preparación de una cosa para que coincida con lo que hacen los demás, una yincana”, asegura antes de sentenciar que “yo quiero hacer el camino de Santiago en televisión. Y que nos pongan a las 4 de la mañana, me da igual”.