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Patricia Guerrero: "Soy flamenca, siempre lo diré porque vengo de ahí"

  • La bailaora ha hablado de sus experiencias en el Museo del Prado o el Pompidou de Málaga
  • En sus espectáculos tiene que haber “un sentido” que “es la clave de todas las creaciones”

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Patricia Guerrero en el espectáculo 'Catedral'
Patricia Guerrero en el espectáculo 'Catedral'

“El Museo del Prado es un lugar lleno de tantas emociones y sensaciones que simplemente darte una vuelta antes de bailar, llenarte de esa energía, esas pinturas y esas esculturas. Me sentí impregnada de eso”, estas sensaciones que describe la bailaora Patricia Guerrero se refiere al espectáculo Paraíso perdido que ofreció en el museo madrileño junto al violagambista Fahmi Alqhai. Lo ha contado en Tarde lo que tarde.

Tarde lo que tarde - Patricia Guerrero baila en el Museo del Prado - Escuchar ahora

La afinidad entre el intérprete de viola de gamba y la bailaora surgió cuando se conocieron gracias a Arcángel y al disco Las idas y las vueltas. “Comenzó esta relación tan bonita, realmente llena de amistad, sobre todo de música y pasión por lo que hacemos. Surgió la oportunidad de hacer algo juntos y creamos este Paraíso perdido, el paraíso perdido de esas danzas perdidas, como a él le gusta decir. Se terminó la música utilizando y por lo tanto perdiendo esas danzas antiguas. He intentado llenarme de todo ese barroco del 1600 de Sevilla y llevarme esa danza, a mi danza y al baile de hoy”.

“Se vuelve prácticamente loca”

Esta no es la primera vez que su baile llega a un museo. Distopía fue “una propuesta del Pompidou de Málaga. Me dijeron de hacer una performance sobre las utopías sociales que allí estaban representadas. De ahí surgió la idea de hacer totalmente lo contrario, llevarme eso a una distopía”.

“Queríamos representar en este caso a una mujer, porque yo soy mujer y quería salir de ese lugar y meterme en las carnes de una persona que está dentro de esa sociedad dictatorial en la que el pulso marca toda su historia. En este caso el péndulo que marca el tiempo que le exigen. Ella se pregunta constantemente por qué tiene que hacer eso y por qué tiene que regirse a esa norma. En el momento que empieza a querer salir de ahí lado, la oprimen y la maltratan de muchas formas, hasta que pierde la cordura y para sobrevivir se vuelve prácticamente loca”.

“Para que la creación fluya”

Tiene que haber “un sentido” o “una trama” en sus espectáculos, ha destacado la bailaora. “Es la clave de todas las creaciones” y “aunque no tenga que contar una historia, pero siempre hay un conflicto en cualquier cosa que tú cuentes y un desenlace. De ahí tiene que partir todo para que la creación fluya”.

El baile que le llamaba

Define su evolución en la danza como “natural” y señala que nunca ha pensado en “innovar”: “Simplemente he hecho lo que en cada momento mi baile me llamaba y me apetecía. Creo que todo el mundo o la persona que ya ha seguido es imposible que le cuestioné lo que debe o no debe de hacer. Si le gusta más o le gusta menos, no puede pretender gustarle a todo el mundo pero tampoco voy a hacerle un espectáculo para que le guste a alguien o al sector del flamenco más purista. Soy flamenca, siempre lo diré porque vengo de ahí. En mi baile está el flamenco que se ha creado durante los años”.