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Ken Follet recrea una guerra nuclear en 'Nunca'

  • El escritor ha presentado una novela no histórica de "suspense"
  • Ha pretendido crear una historia "realista y convincente"
  • Cree que los políticos son "inteligentes" y "racionales"

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Las mañanas de RNE con Pepa Fernández - Ken Follet presenta 'Nunca', se ambienta en una guerra nuclear

"Ni cine, ni teatro, ni viaje, ni vacaciones en el extranjero, ni siquiera cenar con los amigos". Ken Follet estuvo todo el tiempo del confinamiento trabajando y escribió Nunca. Lo hizo "en la mitad de tiempo de lo que yo suelo emplear en cualquier otro libro", ha contado el escritor británico en De pe a pa.

Esta es una historia de suspense en la que ha buscado que los lectores se aterraran con ella, pero se trata de un título "diferente": "Yo quería que la gente supiera desde el principio que esta novela no es como las anteriores". Los nombres de sus novelas históricas "siempre han tenido títulos que venían de la Biblia y títulos largos". En este caso es "corto y no procede de la Biblia".

La novela se desencadena en una guerra nuclear. Ha pretendido crear una historia "realista y convincente" y señala que "si no hubiera pensado que esta situación no era realista, no habría escrito el libro".

La política inteligente

El escritor no cree que los "seres humanos sean estúpidos" por tener en nuestra mano la posibilidad de poner fin a la civilización con una guerra de este tipo. "Es importante darse cuenta que los presidentes, los primeros ministros que llevan los asuntos son inteligentes, no son tontos. La Presidenta de Estados Unidos es una mujer inteligente, el Presidente de China es un hombre inteligente [se refiere a los protagonistas del libro]. Son personas racionales, personas moderadas que tratan de evitar la guerra. Sin embargo, cada vez nos acercamos más en el libro a una terrible guerra. Esto ocurrió de una forma muy parecida a 1914, cuando empezó y estalló la Primera Guerra Mundial. 'Nunca' está inspirada en los acontecimientos que llevaron a la guerra en 1914".

Una presidenta "combativa"

Define a la Presidenta de los Estados Unidos que protagoniza la novela como "combativa, como la mayor parte de la gente de la política". Cuenta que les gustan "los debates acalorados", "las preguntas críticas" o "los rifirrafe como si fuera un duelo". Aunque es criticada por ser blanda o empática para dirigir a las fuerzas armadas, Follet señala que "no es cierto" que las mujeres "no son suficientemente fuertes", como se dice. La presidenta "lo va a hacer mucho mejor que estos hombres, que lo único que quieren es pelearse". "Es una forma fácil de atacar a cualquier mujer que esté en política".

La ética de la política exterior

La industria del armamento y el tráfico de armas es uno de los asuntos que se abordan en la novela. El escritor ha señalado que el hecho de que algunas democracias se apoyen en dictaduras por intereses económicos o estratégicos es cometer "errores gordos. Nos equivocamos porque esas dictaduras, antes o después, se vuelven a encontrar con nosotros. A lo mejor soy un poco idealista, pero yo creo que la política exterior tiene que tener elementos éticos. No podemos apoyar a asesinos y torturadores aunque estén de nuestro lado. Es más, si están de nuestro lado, es nuestra responsabilidad poner un freno a lo que están haciendo".