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Aquí la Tierra

¿Cómo es el cultivo del puerro? ¡Te enseñamos a plantarlos en La Huerta!

##SPECIAL##

Curiosidades Aquí la Tierra  
  • ¿Sabías que las hojas de los puerros también se comen? ¡Sobre todo si los cultivamos nosotros mismos!
  • Te contamos cómo puedes cultivar esta hortaliza en tu huerta, jardín...
  • Si quieres saber más trucos sobre cultivos, no te olvides visitar nusetra web de Aquí la Tierra

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Aquí la Tierra - ¿Cómo plantamos puerros? La Huerta

¡Hola, amigos hortelanos! En esta ocasión, José Manuel Sánchez nos viene a enseñar otro tipo de cultivo: los puerros son una de esas hortalizas de las que a veces nos olvidamos pero que llevan en nuestras huertas y nuestras cocinas toda la vida alegrándonos la existencia.

¡Si se consumen desde hace más de 4.000 años será por algo! El cultivo de los puerros es agradecido porque siempre salen, aunque si queremos puerros gordos y lustrosos tenemos que aplicar ciertos “truquillos” que ya indican que nuestro nivel de hortelanos va subiendo…

¡Comenzamos!

También conocido como “ajoporro”, su nombre científico es Allium Porrum y pertenece a la familia de las Liliáceas, igual que ajos, cebollas y espárragos. O sea que es una planta dura y resistente a las condiciones climáticas, plagas y enfermedades, pero para conseguir un resultado óptimo su cultivo exige ciertas labores importantes.

El puerro se puede cultivar durante la mayor parte del año, siendo las mejores épocas para trasplantar el principio de la primavera y el principio del otoño. Es un cultivo que tolera bien el calor y mejor aún el frío (siempre que no sean demasiado intensos). Los puerros de otoño/invierno suelen alcanzar mayor tamaño que los de primavera/verano.

Se puede comenzar por siembra directa, en semillero o por planteles. Obviamente el más cómodo y rápido es con planteles porque nos ahorramos la etapa de siembra, germinación y desarrollo inicial.

José Miguel Espinosa, más conocido como `Miguelín¿, nos lleva por su huerta y nos cuenta: `¿Hay un dicho en Castilla: por San Pedro, se saca el ajo y se mete el puerro.¿¿ Aquí la Tierra visita el terreno donde tiene plantadas todas las hortalizas, además de ayudarle a recolectar los ajos, preparamos una ensalada fresca con los alimentos recién cogidos del huerto.

Características de su cultivo

En siembra directa se hace una zanja de unos 30 cm de profundidad y se siembran en el fondo a voleo, tapando con una capa de humus de lombriz, mantillo o sustrato universal de unos 2 cm de espesor.

La tierra de los lados de la zanja será la que usaremos más tarde para cubrirlos. Pasadas unas semanas, cuando tengan unos 5 o 7 cm de altura hay que aclarar (quitar una parte de los que nos hayan salido) dejando 5 -10 cm entre puerros y al menos 50 cm entre líneas.

En semillero sembraremos también a voleo y cubriremos con la capa de un par de cm haciendo también el aclareo después. Podemos trasplantar a su ubicación definitiva una vez alcancen al menos 15 cm de altura. Para trasplantar, hacemos la misma zanja que para siembra directa y enterramos los plantones con 5 - 10 cm de distancia entre ellos, metiendo cada uno en la tierra hasta más de la mitad de su longitud.

¡Puerros! ¿Cómo podemos plantarlos?

¡Puerros! ¿Cómo podemos plantarlos?

Antes del trasplante conviene cortar las puntas de las hojas más antiguas y de las raíces más largas para facilitar que las plantas agarren bien en su ubicación definitiva. La tierra debe estar muy suelta y bien abonada.

Debemos regar después de sembrar o trasplantar y repetir con frecuencia riegos muy moderados, ya que para el cultivo sólo es necesario mantener una ligera humedad. Es importante mantener limpio de hierbas, sobre todo al principio, ya que compiten por los nutrientes y pueden retrasar o limitar el crecimiento de los puerros.

Los puerros se pueden cultivar también en maceta o jardinera, aunque no es una de las hortalizas idóneas para ello. En ese caso el contenedor deberá tener al menos 40 cm de altura para puerros de tamaño mediano o más de 50 para puerros más grandes.

¿Os imagináis una tortilla de patata sin patata, una sopa sin caldo o un gazpacho sin tomates? Pues atentos a la propuesta que nos trae hoy desde Italia nuestro amigo Fabio Morisi: "Risotto milanés sin arroz". Risotto de Milán sin arroz, sí. Pero con los siguientes productos, a cambio: berberechos, espirulina, guisantes, avellanas, cilantro, nata, azafrán y el ingrediente estrella: el puerro. Mamma mia! Si quieres más recetas italianas puedes saborear la auténtica carbonara o pasta de calabacín sin gluten.

¿Cómo conseguimos que sean más grandes?

Para ayudar a que nuestros puerros sean de esos “gordotes”, que llaman la atención, os vamos a contar un pequeño truquillo: cuatro o cinco semanas antes de cosechar se cortan al menos 5 cm de la punta de las hojas para evitar que la planta siga desarrollando en longitud y favoreciendo que crezca en diámetro, o sea que no alargue más, pero que engorde.

Nada más sencillo que cosechar puerros. Simplemente se agarra el tallo de abajo, pegada la mano a la tierra, se mueve en círculos para ahuecarlo e ir separando las raíces y se tira con firmeza sacándolo entero.

¡Puerros en la cocina!

¡En la cocina lo primero es aclarar que del puerro se come todo! La forma habitual de comercializar los puerros en las tiendas es con la parte superior de las hojas cortadas. Esto se hace porque generalmente llevan ya tiempo cosechados y esa parte final y abierta con color verde más oscuro se marchita y pone fea antes.

Marta comprueba que los puerros pueden ser toda una delicia en la cocina. Son sanos, con muchas propiedades ¡y encima están muy buenos!

Por eso para conservar el buen aspecto del puerro a la vista la cortan. Sin embargo, esas hojas también se comen y si cultivamos nuestros propios puerros y los consumimos poco después de cosecharlos, no sólo estarán más frescos y plenos de sabor y nutrientes, sino que además podremos también aprovechar las hojas enteras incluyendo la parte verde.

Es verdad que conviene eliminar al menos la primera o dos primeras capas de hojas enteras porque suelen tener más tierra y estar más secas y duras (también hay que desechar cualquier otra parte que esté dañada o deteriorada).

Hay que tener en cuenta que la parte superior y más verde de las hojas es algo más consistente y fibrosa que la parte inferior blanca o más clara que forma el “tallo” apretado, así que se puede guisar aparte o darle mayor tiempo de fritura o cocción a la parte más oscura.

Dado que los puerros suelen acumular tierra entre sus hojas interiores conviene hacer dos cortes verticales de unos 5 cm de profundidad en forma de cruz a la parte final del “tallo” y lavar antes de partir para cocinar. En guisos (sobre todo la deliciosa porrusalda), cremas, tortillas, purés, ensaladas o cualquier otra forma que se os ocurra, los puerros son deliciosos.

Así que, amigos hortelanos, incluso amigos maceto-hortelanos… ¡animaos a poner unos ricos puerritos y os aseguro que no os arrepentiréis!