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La odisea de la cámara en el viaje a Puntarenas

Por
Españoles en el mundo - Las imágenes exclusivas del viaje a Puntarenas

Luis Calero, uno de los reporteros que lleva en el programa desde sus inicios, y Gabriel Molera, el cámara, se encontraron con un grave problema al mojárseles el equipo de grabación en el mar en pleno rodaje. La humedad del país, que es de un porcentaje bastante alto, tampoco facilitó el secado...

Luis, con más de 42 destinos a sus espaldas, nos cuenta los momentos inolvidables que vivió en la provincia costarricense, Puntarenas.

¿Cómo disteis con los españoles entrevistados?

Muchos de ellos escribieron al programa y a otros los encontramos gracias a Internet, al teléfono, al boca a boca y a que somos unos grandes rastreadores de españoles y españolas ;) Muchas veces, los españoles se conocen entre ellos y unos nos ponen en contacto con otros. Por ejemplo, varias personas me hablaron de Osvaldo. Busqué por Facebook y enseguida lo encontré. En cuanto hablé dos minutos con él por teléfono ya supe que era todo un personaje y que tenía una historia apasionante en Costa Rica que teníamos que contar en el programa. Un gran tipo, Osvaldo. ¡Hemos dado con muy buena gente en Puntarenas!

¿Alguna anécdota de rodaje?

Mil. Cada viaje es una aventura y daría para un libro de anécdotas. Por ejemplo, una noche dormimos en medio de la selva, en unas cabañas de madera que no tenían ni puertas ni ventanas. Un lugar mágico. Había mil estrellas en el cielo y, ¡una araña del tamaño de mi mano apoyada junto a mi almohada!

En plena grabación, una ola "se chocó" contra Luis y Gabi, mojándose el interior de la cámara. Al no encontrar ningún secador, no les quedó más remedio que servirse de lo que más a mano tenían, ¡un quad!

¿Qué es lo mejor que te llevas del viaje?

La gente. Tanto los ticos como los españoles que conocimos. Todos ellos transmiten serenidad, buen rollo, calidez y cariño. Todo el mundo allí habla de la "pura vida" y del "cero estrés", es como un lema. Pero no hace falta ni que lo digan, se percibe solo con charlar y convivir con ellos. Humildad y sencillez es lo que nos encontramos allí. Te hacen replantearte si aquí no estás perdiendo muchas energías en cosas que no tienen importancia. Gaby, nuestro cámara, y yo hablamos mucho de esto. De hecho, aún lo seguimos debatiendo. ¿Nos hacemos la vida más complicada de lo que es? Esa es la pregunta que me traje del viaje, y pensar en ello me está viniendo bien. ¡Gracias, ticos!

Y, ¿lo que menos te ha gustado?

Como en casi toda Centroamérica hay desigualdades sociales. Muchas. Lo que más dinero da al país es el turismo pero la mayoría de negocios relacionados con él, están en manos de extranjeros y los ticos quedan relegados a los empleos de menor sueldo. Además, como nos cuenta Susana en la entrevista, hay muchos problemas de drogas ya que es un corredor de narcotráfico. Unos pocos se enriquecen y la mayoría de la población, especialmente los niños, sufre las consecuencias de este negocio. Precioso el trabajo que hace nuestra protagonista y su equipo de Forjando Alas.

¿Qué fue lo más complicado de grabar?

En general, todo fueron facilidades. Pero hay que reconocer que no fue fácil grabarme a mí haciendo surf...No lo había probado nunca y, claro, ¡es complicado ponerse de pie encima de la tabla! Gaby también probó y la verdad es que lo disfrutamos mucho los dos. No hubiera sido posible sin los sabios consejos del gran César, un fenómeno.

Cualquier lugar y forma es bien recibida para conseguir secar la cámara mojada por la ola...

¿Cómo describirías a los costarricenses?

Siempre se dice que los ticos son uno de los pueblos más felices del mundo. Puede sonar a la típica frase de campaña publicitaria de una Oficina de Turismo, pero lo cierto es que me parece una realidad. No sé si serán los más felices, pero desde luego son los que más felices hacen a quienes les visitan. Son muy buena gente, con sentido del humor, humilde y una gran capacidad para disfrutar las buenas cosas de la vida. Por supuesto, es difícil generalizar, pero los ticos y las ticas con los que yo me crucé me hicieron reír y me hicieron sentir bien recibido.

¿Recibisteis alguna negativa a la hora de grabar algo?

Sí, cuando fuimos a grabar una mariscada impresionante que nos sirvieron en la playa, toda la mesa me dijo que nada de grabar y, ¡¡¡que nos pusiéramos a comer!!! Les hice caso ;)

¿Qué ha sido lo que más te ha gustado de lo que te ha enseñado cada español?

No olvidaré la playa de Manuel Antonio que visitamos con Lucio y Julio, ni la puesta de sol en playa hermosa con César, ni el paseo por los alrededores del parque nacional de Corcovado con Osvaldo, ni la visita a los niños con los que trabaja Susana, ni el jacuzzi por la noche en la villa en la que nos alojamos cerca de Montezuma gracias a la hospitalidad de Miguel y Piti...¡Esto último no sale en el programa! ;)

Antes de recibir la cámara de repuesto, reportero y cámara, se vieron obligados a alquilar otra igual con la que habían salido de Madrid.

¿Qué fue lo que más te gustó de las historias de cada uno de ellos?

Lucio me enseñó que hay que aprovechar las oportunidades que te da la vida y que nunca es tarde para pelear por tus sueños. En el programa creo que queda claro por qué lo digo. Él superó un cáncer y cuando se curó decidió romper con todo para cumplir con su ilusión de vivir en Costa Rica. No hubiera podido conseguirlo sin el apoyo incondicional de Julio, ¡un grande!

César me enseñó a creer en mí y quitarme incluso algún complejo demostrándome que, ¡hasta yo podía conseguir practicar surf! Gracias, malagueño. ¡¡¡Y también por esas empanadillas!!!

Susana, Raquel Marta me enseñaron a tener una mayor conciencia ecológica y a darme cuenta de lo perjudicial que es el impacto del ser humano en la naturaleza. ¡Impresionante cómo se lo curran las tres!

Miguel y Piti me mostraron que para conseguir los objetivos hay que ponerle ganas, ilusión y mucha imaginación. Ellos tienen ahora una villa de lujo en medio de la selva. Un lugar único y muy especial, que aprovecho para recomendar. Para llegar hasta este punto, antes estuvieron viviendo en una tienda de campaña sin luz ni agua durante 4 años y dedicándose a vender pan por los pueblos. ¡Qué grandes sois, pareja! No sé si algún día me casaré, pero desde luego que si lo hago mi luna de miel, ¡la pienso pasar allí!

Osvaldo...¡ay Osvaldo! Uno de los tipos más valientes y decididos que he conocido. Nos enseñó el placer de dormir en medio de la jungla, solo con el sonido de los monos aulladores por la mañana. ¡Un regalo que me llevaré a la tumba, compañero!

Hubo muchos más españoles que nos han ayudado en este programa. Gente con la que hablé por teléfono o me escribí pero que, desafortunadamente, no pudimos entrevistar por falta de tiempo. ¡Les mando una saludo desde aquí y mi agradecimiento!

Sandra Ortiz nos cuenta los secretos del rodaje

Sandra Ortiz, productora de Españoles en el mundo, explica los contratiempos con los que ha tenido que enfrentarse para organizar el rodaje del programa en esta provincia costarricense.

¿Qué dificultades se te presentaron?

No ha sido muy difícil de realizar en temas de permisos de grabación u otros aspectos de producción. El gran problema vino cuando la cámara se mojó al echársele encima una ola mientras grababan. La humedad en el país es de un porcentaje bastante alto, lo cual, tampoco facilitó las cosas. Después de varios intentos de secarla, al final tuvimos que alquilar otra para terminar los tres últimos días de rodaje. Localizamos desde España una empresa en Costa Rica que nos alquilara en cuestión de dos horas el mismo modelo de cámara que veníamos usando, retrasar los vuelos que tenían previstos ese mismo día para poder ir a recogerla, etc. Finalmente, todo salió bien y ¡pudieron terminar su trayecto! ¡Son momentos que dan vida a la producción del programa!

Otra peculiaridad que tiene Puntarenas es que es una región bastante larga, abarca diferentes distritos pero la combinación entre ellos es algo complicada. A priori parecía un poco difícil de encajar los traslados de un punto a otro para poder visitar a nuestros españoles, pero tuvimos la suerte de contar con un coche con conductor que conocía bien la zona, y algunos tramos los hicieron en barco ya que vía terrestre era difícil acceder. Para ello nos ayudó la oficina de turismo, así que problema resuelto!

¿Qué fue lo más complicado de conseguir?

Pues, precisamente, el momento en que me llamó Luis Calero para decirme que tenían problemas con la cámara y que no podían conseguir “arrancarla”, y esto me lo decía a punto de coger el primer vuelo que conexionaba con otro, ¡para llegar al norte de Puntarenas! Al final, di gracias por tener que coger esos vuelos, porque al hacer escala en la capital pudieron recoger la cámara de repuesto.

Por lo demás, ¡buen clima, magníficos españoles y paisajes increíbles!