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¿Qué se puede aprender con 'El juego del calamar'?

  • El antropólogo Pablo Mondragón cree que la serie puede hacernos reflexionar "en relación a nuestra vida"
  • Destaca que la ficción critica la "ultracompetitividad" del capitalismo y las sociedades individualistas en las que vivimos

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Gente despierta - Las reglas ocultas del juego del calamar

El juego del calamar puede hacernos reflexionar "en relación a nuestra vida". Así lo cree el antropólogo Pablo Mondragón y fundador de Antropología 2.0.

En Gente despierta ha explicado que describe la sociedad como un "juego ultracompetitivo". "Nos puede dar un toque de atención sobre estas sociedades individualistas en las que vivimos, en las que parece que justamente todos estemos solos contra el mundo para intentar llegar a una posición ya ni siquiera alta, pero casi para sobrevivir".

Otra enseñanza que señala es "la necesidad de colaborar para poder avanzar, colaborar entre la gente, juntos generalmente vamos mejor que aislados". Muchas de estas claves las califica como positivas y cree que sería interesante hablarlas con los niños "tranquilamente".

Por qué ha triunfado: la identificación

En cuanto al éxito entre los espectadores ha destacado dos categorías opuestas. Por una parte, "tenemos esta faceta más de niños que está representado por los propios juegos de niños. No estamos hablando de cualquier juego, sino que son juegos de patio de escuela y creo que eso nos remite conceptualmente a la vida. No hay nada más sacro que los niños, que esa vida casi inocente. Y luego, por otro lado, está todas las barbaridades que se hacen en la serie, que están muy ligadas a la muerte".

Por eso señala que "genera un cierto morbo, es una cierta transgresión de una idea idealizada de la infancia" donde se asume "el elemento muerte como un componente esencial" y tiene "un atractivo". En cuanto al juego que es la vida y donde se tiene que conseguir un premio final, como cuenta la serie, cree que "nos sentimos identificados en nuestro día a día". "Muchísimas veces tenemos que trabajar muchísimo, tenemos que esforzarnos muchísimo, tenemos que estar permanentemente compitiendo para no quedarnos fuera y ahí se genera un cierto tipo de identificación".

El triunfo en todo el mundo de una serie española como La casa de papel o la película coreana Parásitos, el antropólogo cree que reside en que los espectadores se identifican con unos personajes "muy arquetípicos" de todas las sociedades. Ha puesto como ejemplo el de la "discriminación hacia los inmigrantes". Otro aspecto que ha destacado es la "ausencia" del papel de la mujer en la serie. "En este caso una cuestión más experimental, más de la trama del juego, pero ese papel secundario que tienen y al que tienen que adaptarse siguiendo diferentes estrategias, todo esto lo encontramos en mayor o menor medida en todo tipo de sociedades. Yo creo que en este sentido es muy fácil identificarse con la serie".

El juego del capitalismo

"La intencionalidad de la serie es principalmente una crítica a un cierto tipo de sociedad. No sabría decirte si es el capitalismo, porque al final el capitalismo se conjuga de muchas maneras distintas en sitios distintos, pero sí que es verdad que al ser una serie coreana y con las especificidades de Corea, que es un tipo de cultura muy específica en el cual el capitalismo entra, pero no entra de la misma manera que en España. Hay otro tipo de elementos. Es una crítica muy clara, además muy poco velada".

"Tengo amigos que también trabajan en ambientes en los cuales hay muchísima presión, muchísima presión competitiva. Es curioso, como todo el mundo y sobre todo cuando están en el extranjero, llama a esta presión de game [juego]. Hablan del juego cuando están relacionándose entre ellos, es que este es el juego. Incluso en el propio lenguaje del capitalismo más competitivo, la idea de juego está presente y eso se traslada a la serie. Entonces sí, sin ninguna duda, es una crítica al capitalismo y a la ultracompetitividad de ese capitalismo".

¿Qué hacer en las escuelas?

El hecho de que cada cierto tiempo surja alguna serie que genera impacto en las escuelas y la sociedad y que genere "polémica", cree que es importante "para que revisemos muchos de nuestros valores y asumamos las responsabilidades tanto dentro de las familias como dentro del colegio". "Entiendo perfectamente que los niños estén reproduciendo muchas de las cosas que ven, pero creo que tampoco es un fenómeno nuevo". Recuerda cómo de pequeño veía películas violentas y las reproducía con sus "compañeros de colegio y jugábamos a esa película".

Destaca que lo que ha cambiado respecto desde hace unos años son las redes sociales y la influencia que ejercen. Por eso, cree que habría que "tratarlo de una manera adulta. Explicar que esto es una ficción y que es un producto de consumo (...), pero yo personalmente no lo demonizaría tanto. Más que nada porque cuanta más polémica y más prohibición exista, más ganas van a tener los niños de verla".

24 horas - 'El juego del calamar': una serie de adultos que ven los niños - Escuchar ahora

La estética: chándal, mono o la muñeca

Uno de los aspectos que Mondragón destaca de la serie es la fotografía, "que es una verdadera pasada y yo creo que nos atrae mucho". "Hay una elección muy clara de la tipología de los colores, de la tipología de los planos. Hay un muy buen juego de planos respecto a lo que pasa cuando se está jugando, en el cual siempre hay colores chillones o (...) cuando empecé a ver las máscaras, pensaba que era el mando de la PlayStation".