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Escupitajos, vísceras y descargas: así es entrar en una "extreme house"

  • Este fin de semana celebramos Halloween y hablamos del ocio más terrorífico: las extreme houses
  • Entramos en una de las más terroríficas de Europa
  • Antes de acceder a un pasaje del terror extremo se firma una declaración aceptando todo tipo de vejaciones

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Escupitajos, vísceras y descargas: así es entrar en una "extreme house"
Escupitajos, vísceras y descargas: así es entrar en una "extreme house"

Vivimos en constante evolución, cada vez nuestros televisores tienen más definición, mejor sonido y colores más vivos. Tenemos cines en 3D, salas con olores, vibración y movimiento, o incluso videojuegos con gráficos hiperrealistas que además podemos disfrutarlos con gafas de realidad virtual y sentir que estamos ahí, en nuestro juego de terror favorito, pero... si te dan la opción de vivir esas experiencias en la vida real ¿aceptarías?

Somos curiosos por naturaleza, eso nos lleva al morbo, y cuando hablamos de algo desconocido o algo que nos dispara la adrenalina nos volvemos locos, en algunos casos literalmente. Los pasajes del terror son el centro de reunión en todos los parques temáticos del mundo. Siempre hay división en los grupos de amigos, una parte quiere entrar y la otra no, pero seas del grupo que seas te quedas en los alrededores a ver si ves algo, para observar cómo sale la gente de ahí o ver si se escuchan gritos desde fuera. La gente que disfruta de estas experiencias normalmente busca pasajes del terror que den aún más miedo, que sean más largos o que sean más bizarros. Y aquí es donde dejamos de lado el trenecito de la bruja y empezamos a hablar de las "extreme houses".

No sé la cantidad de veces que me han dicho que estoy loco por practicar el tanatoturismo, supongo que las mismas veces que me lo han dicho por ser una de las personas que han hecho, hacen y harán "extreme house". Pero no estoy solo en esto, puedo asegurar que no somos pocos los que lo hacemos, de hecho estos sitios maravillosos son cada vez son más prolíficos, Algunos os estaréis preguntando: ¿qué es una "extreme house"? Pues como su nombre indica es un pasaje del terror extremo, en el que TODO VALE, y cuando digo TODO me refiero a que no solo hay contacto físico por parte de los actores, sino también una serie de vejaciones, asfixias, sustos sin parangón, escupitajos, insultos, encierros, forcejeos, y todo lo que os podáis imaginar. O todo lo que hayas visto en tu película de terror preferida, especialmente de género "slasher" (subgénero del cine de terror que hace referencia al terror adolescente, asesinos en serie... como Viernes 13, La matanza de Texas o Halloween).

Después de haber hecho varios de estos pasajes del terror, me dispuse a ir a una aclamada "extreme house" del este de Europa, en la web ya avisaban de lo que me iba a encontrar dentro:

La entrada está disponible si eres mayor de 18 años. No recomendamos participar a personas con enfermedades crónicas (especialmente enfermedades cardíacas, hipertensión, epilepsia, asma, fobias, etc.), marcapasos, implantes metálicos en el cuerpo o audífonos.

Los personajes encontrados tocarán intrusivamente a los visitantes, usarán constantemente algunos dispositivos que pueden causar una incomodidad y un dolor temporal, los personajes también pueden intentar inmovilizar al visitante y separarlo del grupo. Cada participante debe firmar la declaración antes de la entrada. No tomamos en cuenta ninguna queja sobre el personal. ¡TOME LA DESCRIPCIÓN DE LA VERSIÓN EN SERIO! ¡NO HAY POSIBILIDAD DE CAMBIAR LA VERSIÓN DURANTE EL SHOW!

Esta versión está dedicada a personas que tienen una gran experiencia con este tipo de atracción y tienen una actitud bastante masoquista ante la vida. En esta versión los estímulos de dolor son muy frecuentes, también hay un contacto físico muy cercano, agresivo e incesante con el personal y un abuso psíquico en relación con un intento de "romper" al participante. Es seguro que adquirirá llagas, magulladuras, heridas provocadas por la fuga o por las acciones de la tripulación. La ropa después de participar en el espectáculo puede estar mojada y rasgada. También existe una gran posibilidad de sufrir lesiones más graves. ¡No recomendamos esta versión a NADIE!

¡ADVERTENCIA! Solo alrededor del 1% de los visitantes eligen la versión ROJA de los últimos 2 años. El 100% de ellos abandona el espectáculo durante el mismo principalmente por experiencia de dolor.

"Tardé poco en arrepentirme. Lo peor en ese sitio no fue el dolor físico"

Como comprenderéis, en mi caso, tras leer todas estas advertencias solo había una opción: entrar. Y además entrar solo, como debe ser. No sin antes firmar un contrato en lengua eslava y con una señora que me preguntó unas ocho veces "Are you sure?", a la que le respondí otras ocho veces que "YES". Tardé poco en arrepentirme.

Estaba dispuesto a activar las hormonas extremas, la testosterona, adrenalina, cortisol...sabiendo que todo lo que pasa ahí dentro no se va a saber fuera, sabiendo que estoy solo ante el peligro y, bajo el pretexto de un juego de terror, la violencia es aceptada, aunque sigue siendo violencia. Si solo el 1% de los visitantes eligen ese modo y además te especifican que es "terror máximo, dolor máximo y diversión mínima" será por algo, pero al mismo tiempo me sentía especial estando en ese reducido grupo de "valientes". De verdad, qué tontos somos a veces. Y creedme, lo peor de ese sitio no fue el dolor físico.

No voy a contar con detalle todos los horrores que pasé ahí dentro, porque sinceramente muchas cosas ni las recuerdo, estaba más pendiente de seguir adelante sin sufrir mucho que de otra cosa. Pero esta "extreme house" tenía una característica con la que yo no contaba, y es que todas las salas por las que pasaba estaban cerradas y para pasar a la siguiente tenía que conseguir una llave, un código o resolver un puzzle. Yo pensaba que iba a ser un paseo movidito, y resulta que me tengo que poner en plan Sherlock Holmes en una sala de 15 metros cuadrados mientras una actriz me agarra del cuello y me muerde y me chupa, o mientras un simpático carnicero me empuja contra los muros y me golpea con un machete que, por cierto, era real. En uno de los pasillos alguien me tiró un falso cuerpo humano (muy bien hecho, todo hay que decirlo) en el que tenía que buscar entre los órganos una llave. Ese "cuerpo", que pesaría unos 20 kilos, fue a caer en mi espalda, lleno de sangre, de órganos de ternera, cerdo o a saber de qué animal y qué casquería. Todo precioso.

"No sé si la hora y media que pasé ahí dentro se me pasó volando o se me hizo eterna"

Me doy cuenta de que es muy largo el recorrido y me da por pensar que por 15 euros al cambio está muy bien, ya solo en actores y ambientación se han gastado un pastizal. Esto lo pienso mientras estoy encerrado dentro de un ataúd. Cuando consigo salir totalmente a oscuras, sucio, lleno de babas, sangre, mierda, magulladuras, con dolor de huesos y muy cansado empiezo a escuchar una risa, una risa de payaso. No sabía lo que se me venía encima.

He visto muchas películas de payasos, pero este era especial, su risa aún la tengo clavada en el cerebro, la ropa toda llena de sangre, la cara de asesino hacia que la de Pennywise parezca amigable, una locura. Llevaba una porra e iba dando golpes en la pared mientras se acercaba a mí y yo no podía salir porque la puerta estaba a su espalda. Cuando se va acercando me doy cuenta que la porra es en realidad una porra eléctrica taser. En serio, yo no contaba con esto. Si llego a entrever en ese contrato o en la web que me podían electrocutar, no hubiese firmado. O al menos hubiera elegido un modo con menos dolor.

El payaso seguía avanzando y cuando estaba ya a unos tres metros de mí cuando se acercó corriendo y me electrocutó en la pierna, obviamente yo caí redondo. Me vuelve a dar con la porra en el brazo y en ese momento me estaba enfadando muchísimo, como nunca. Mientras me levanto vuelve a reírse y me vuelve a dar en la pierna. Le pegué un grito que por un momento se echó hacia atrás, pero según me incorporaba se acercó a centímetros de mí y me empezó a dar golpes en el pecho con el mango de la porra eléctrica. Varias veces, mientras se reía y me miraba desafiante como insinuando que la siguiente descarga iba a ser ahí mismo. Es la única vez que me he puesto "violento", en igualdad de condiciones. Sé que no se puede hacer nada con los actores pero era demasiado ya y con mi puño a la altura de su cara empecé a gritar desesperado "¡¡¡NO!!!", mientras él se seguía riendo. Supongo que dije algún insulto en español porque el payaso endemoniado me preguntó: "spanish?". Obviamente dije que sí, y mientras se quitaba el colgante con la llave de su cuello y me lo entregaba se puso a cantar "Hala Madrid". Menudo enfermo.

La hora y media que pasé dentro de este lugar no sé si se me pasó volando o se me hizo eterna, solo sé que salí de allí corriendo como un protagonista de esas pelis ‘slasher’ que antes comentaba. También sé que, inexplicablemente, una vez que todo pasó no tenía duda de que había merecido la pena. Es difícil de entender, aunque igual no tanto. Al fin y al cabo durante esa hora y media viví mi propia película de terror, no pensé en ninguno de los problemas que esperan fuera, en ninguna de las injusticias que me perturban ni en nada que no fuese poder escapar de ahí.

¿Por qué hay gente que recurre a este tipo de ocio?

Supongo que esa es una de las razones por las que la gente recurre a este tipo de ocio. Cuando algo te gusta siempre quieres más, cuando pruebas varias casas del terror y te saben a poco tienes que ir probando cosas más duras. Del mismo modo que la guindilla que a ti te hace llorar hay a gente a la que le sabe a chuchería y tiene que recurrir a la California Reaper para saborear el picante que tanto le gusta.

Si después de esto os apetece probar estas experiencias, tenéis la "suerte" de vuestro lado porque ahora hay más información al respecto y existe un documental titulado The Blackout Experiments en el que cuentan qué se esconde detrás de la "extreme house" más extrema del mundo. Contiene entrevistas a fans que han repetido varias veces la experiencia pero están revisadas por los creadores del sitio para que no revelen todo el contenido y todo siga siendo un misterio, pues en estos sitios está terminantemente prohibido entrar con el teléfono móvil, sacar fotos o grabar videos. Y eso es otra de las cosas por las que es un mundo tan oculto y misterioso.

En los últimos años han aparecido varias "escape room" de terror en España, hemos disfrutado (si , disfrutado, ¿qué pasa?) del parque temático de terror Horror Land en Barcelona (con sus correspondientes "extreme houses") y cada vez hay más experiencias interactivas de este tipo. Además, el boca a boca está haciendo que crezca la demanda y a día de hoy es imposible conseguir cita. Me gusta el mundo del terror y, en mi opinión, me compensó probarlo. Al fin y al cabo la vida es más dura y más difícil, y de esa sí que no puedes escapar. Al menos no con vida.

Eude , Héctor Herranz (Madrid) Escritor y organizador de eventos, freestyler y entregado al hiphop y el reggae. Amante de la historia, del cine, la lectura, los videojuegos y todo lo oculto o esotérico.