Esa franja que parte África del Atlántico al Mar Rojo, y entre el desértico norte y la sabana al sur que es el Sahel, es un foco de inestabilidad, además de la zona más vulnerable del mundo al cambio climático, lo que ha desplazado a 3.800.000 personas los últimos años. Como área prioritaria de la cooperación española, los desafíos de ayuda humanitaria, seguridad alimentaria y proyectos de desarrollo para su joven población y prevención o adaptación al cambio climático se multiplican. Nos lo detallan: Santiago Ormeño, que dirige la oficina en Nigeria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y también representante ante la regional (CEDEAO); Marina Liébana, representante de Cruz Roja Española en Burkina Faso, y Gabriel Villarrubia, jefe de programas de AECID en Níger.
