Lamento

La capacidad de la música para mover sentimientos no es un invento del Barroco, pues ya Aristóteles privilegiaba el ritmo y el canto para imitar con realismo las emociones del alma. Pero fue en esta época dónde esta finalidad de la música adquirió un especial protagonismo. En plena era de la Razón, ésta era la que debía trazar el camino para llegar al corazón. Esta noche dedicamos nuestro espacio a un afecto, a una emoción, la que los modernos psicólogos denominan duelo, el estado anímico que surge como consecuencia de una pérdida. Así pues nos acercaremos a géneros típicamente barrocos como el Lamento, el tombeau , la elegía, que tuvieron sus precedentes en el Renacimiento. Escucharemos una obra para el tiempo de la pasión de Christian Geist, el Tombeau de Monsieur de Lully de Jean Fery Rebel, una canción de José Marín, el concierto para dos violas de gamba del Señor de Sainte Colombe titulado Le Regrets, la Elegía por la muerte de Mr. Shenstone de Thomas Arne y La Plaint , Tombeau para las señoritas de Visee de Robert de Visee.