Con la que es su primera novela publicada tras el Premio Nobel de Literatura, Klara y el sol, Kazuo Ishiguro ha regresado de nuevo a aquel mundo inquietante pero extrañamente bello, conmovedor e hipnotizante, que fue su gran y melancólica elegía distópica dedicada al mundo de los clones Nunca me abandones.
En Klara y el sol nos encontramos de lleno en un universo en el que los androides están al servicio de los seres humanos. Se trata de un hipotético futuro, no precisado cronológicamente, y en unos Estados Unidos inmersos en un mundo gélido pero perfeccionado tecnológicamente hablando. Se trata de un mundo en el que la Inteligencia Artificial, los robots, conviven y efectúan tareas con total naturalidad en los hogares de la gente.
Nacido en Nagasaki en 1954, pero muy pronto instalado en Inglaterra junto a su familia, en 2017 el escritor británico Kazuo Ishiguro, de ascendencia japonesa, autor de obras tan conocidas como Los restos del día y recibió el Premio Nobel de Literatura. Ishiguro, invariablemente, en esta frenética carrera de obstáculos, sin apenas descanso, en que se han convertido la literatura en nuestros días, ha adquirido un compromiso riguroso, permanente, con el Arte con mayúsculas.
