A solo diez días de la celebración del Festival de Eurovisión 1968, Massiel llega precipitadamente a España procedente de México: ha dejado todo allí ante la llamada de TVE para que la represente en el concurso. El elegido inicialmente, Joan Manuel Serrat, ha decidido por sorpresa no defender la canción "La, la, la" por no poder interpretarla en catalán. Massiel, con un evidente acento mexicano, habla para los micrófonos de Radio Nacional y afirma que ni siquiera ha oído aún el tema, considera que es una gran oportunidad participar en un festival que verán 500 millones de europeos y no tiene pelos en la lengua a la hora de criticar a Serrat o de hablar del cariño con el que ha sido recibida en México, incluso por los exilados españoles a los que no les gusta el gobierno español.
