A veces, las trayectorias y mensajes se alinean en una única dirección. Este miércoles saltó la noticia: el diseñador de videojuegos japonés Shigeru Miyamoto ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2012. Lo ha hecho tras imponerse a otros finalistas como la Agencia Magnum y el filósofo francés Edgar Morín. El diseñador de 6 de los 10 juegos más vendidos de todos los tiempos y de la saga por antonomasia, Mario Bros (275 millones de unidades vendidas), ha obtenido un respaldo muy importante no sólo a su trayectoria sino también, en parte, o así se ha querido ver desde algún sector, a los videojuegos. Hay quien opina que es una broma pesada, otros que es más que merecido, nosotros os ofreceremos hoy un recorrido tanto por la obra de Miyamoto como por la de otros profesionales, queda se lo están trabajando y que llevan el adjetivo "artístico" en su día a día.
Empezaremos conociendo de primera mano qué es un concept artist y cuál es su cometido, lo haremos con José Vaello, director artístico, entre otros, del aclamado Castlevania: Lords of Shadow, de Mercury Steam y del que ya hemos hablado en otra ocasión.
¿Os imagináis una pantalla de un videojuego colgada en un museo junto a obras de Picasso, Kandinsky o Warhol? Eso ha ocurrido en el museo de arte contemporáneo Van Abbe de Holanda con un videojuego: PROUN y un creador: Joost Van Dongen. Conversaremos (desde el iDÉAME) con Joost para saber algo más de este videojuego conceptual con la mecánica aparentemente sencilla de dirigir una pelota por un carril, que no ha tenido un buen marketing comercial, pero que, lo dicho, ha logrado la hazaña de exponerse como obra de arte.
De arte a arte, al séptimo, indagaremos desde cuándo llamamos "séptimo arte" al cine y nos centraremos en uno de sus exponentes: Brazil, de Terry Gillian (1985): una distopía sobre la burocracia y el sistema que rescatamos desde el Planeta de los Vídeos de Roberto y Enrique Alarcón.
Elías Fraguas, desde la Nave Sónica, es nuestro comedor de setas oficial para comunicarse como pocos con el alma creativa de ese arquitecto de sueños digitales llamado Shigeru Miyamoto.
