Esta semana entramos en un juzgado de violencia sobre la mujer que está de guardia y atiende a mujeres que vienen a poner denuncias, tramita los expedientes abiertos o toma declaración a testigos, maltratadores y víctimas. En esos despachos y pasillos de un piso, que desde fuera nadie diría que es un juzgado si no se fija muy bien, hay mucha carga emotiva. Porque las mujeres que superan el temor al juzgado y llegan hasta aquí, tienen una historia de maltrato o violencia de género. Otras sólo vienen para asustar a sus maridos pero no son conscientes de que están colapsando los juzgados y se retrasan los casos de las mujeres que realmente son víctimas de violencia y un sinvivir. Esta es una de las quejas de los fiscales, jueces, agentes judiciales y tramitadores que trabajan a diario con una realidad dura y mujeres dudosas que, demasiado a menudo, vuelven a retirar la denuncia. Unas la retiran por miedo a que sus hijos sufran más o porque en el fondo dependen económica y emocionalmente de los maltratadores pero no se dan cuenta de que sus hijos son los primeros que se beneficiarán de vivir en un mundo sin violencia y en paz y ellas pueden rehacer sus vidas, trabajar y ser felices. Poner una denuncia es importante pero no retirarla es fundamental porque mañana tal vez no puedas ir al juzgado.
Histórico de emisiones: 28/11/2010
