El CD Mirándes ha logrado una histórica clasificación para los cuartos de final de la Copa del Rey, tras empatar en El Sardinero ante un Racing de Santander (1-1) que en ningún momento se mostró superior al conjunto rojillo y fue incapaz de remontar el 2-0 de la ida. El capitán del conjunto burgalés, Pablo Infante, trabajador en la sucursal de un banco ha pasado por los micrófonos de RNE. "Los compañeros de la sucursal me felicitan porque aquí se sigue mucho la trayectoria del Mirandés. Haber eliminado a dos equipos de Primera es grande. Ahora, la preferencia para mi sería jugar frente al Espanyol. No conozco el campo y me gustaría jugar allí", ha dicho. También ha recordado la anécdota de cuando se casó y al día siguiente se jugaba el ascenso a Segunda con el Mirandés. "Nadie imaginaba que ibamos a llegar hasta allí. Y después de fijar la fecha de la boda nos encontramos con que teníamos que jugar el 'playoff' de ascenso. Fijate cómo son las cosas en el fútbol. Me casé un sábado y me vi comiendo macarrones y pechuga de pollo para jugar al día siguiente", comenta Pablo Infante. "En esta vida hay que perseguir la felicidad. Estoy muy a gusto en el trabajo donde estoy. Me siento apreciado y en este club también me siento muy valorado. Esa simbiosis hace que pueda compaginar las dos cosas y me siento muy bien", concluye tras reconocer que ha tenido ofertas de otros equipos.
