Mario Vargas Llosa recibió en 2004, en su ático de la calle Flora de Madrid, a Arrate Sanmartín y a Juan Carlos Soriano, periodistas de RNE. Por entonces, los que dirigían y presentaban El Ojo Crítico conversaron con el escritor para profundizar sobre la última obra que manejaba Vargas Llosa, La tentación de lo imposible. "La lectura de Los Miserables fue una de las lecturas más fuertes, más ricas que he tenido como lector", asegura en ese momento Vargas Llosa, que hasta 1983 no quiso volver a leer la obra: "Tenía la idea de que era un libro de aventuras para jóvenes y niños, pero no solamente eso. Descubrí que había temas muy ambiciosos y en esa segunda lectura tomé muchas notas de lo que sería el ensayo que acabo de publicar", recuerda en RNE el premio Nobel.
"La entrevista en su domicilio la hicimos en aquel piso señorial en el Madrid galdosiano, con portalón para coche de caballos y vistas al Monasterio de las Descalzas Reales, que reflejaba el mestizaje de su obra y de sus mundos", relata el periodista Soriano en este artículo de RTVE.es.
