Felipe R. Navarro, "Hombres felices"

"Para sobrevivir nos construimos como metáforas". Un autor publica un libro de cuentos en 2000, "Las esperas". Como abducido por este título, abandona la escritura hasta que en 2012 abre un blog, "Hombres felices", que alimenta periódicamente sin una intención clara. Felipe R. Navarro (Málaga, 1969), que así se llama el escritor, entendió en un momento dado que allí había textos que le indicaban un regreso a la ficción. Ese es el origen de su segundo volumen de narraciones breves, nombradas como su bitácora, "Hombres felices" (Páginas de Espuma). Son dieciocho cuentos a modo de instantáneas propias de los cuadros de Edward Hopper, de pequeñas escenas cotidianas protagonizadas por personajes que, venturosos o no, resisten frente a la inquietante extrañeza del mundo. Los narra un observador, sentado "frente al ventanal de la historia", que trata de comprender y no se resiste a intervenir en el relato. Con el eco de los clásicos, dos citas alientan estos cuentos: la de Tawfiq Al-Hakin, que dice "El que tiene una vida feliz no la escribe y se dedica a vivirla", y la de Albert Camus, "Los hombres mueren y no son felices". Nos lo cuenta aquí Navarro, quien no parece que vaya a volver a dejar la escritura.