La delegación del gobierno contra la violencia de género investiga como asesinato machista el crimen de Zunilda, de 43 años. Un amigo denunció su desaparición y la policía la encontró muerta y a su marido con signos de que se había suicidado. La estadística apunta que 4 de cada 10 agresores se quintan la vida después por miedo al reproche social, pero este año eso solo se ha producido en esta ocasión. Nuestra Compañera Alba Urrutia ha hablado con Miguel Lorente, ex delegado de gobierno, para preguntarle por qué en los últimos diez años han subido un 48% los hombres que se quitan la vida después de asesinar a su mujer. Parece que el miedo al rechazo social estaría detrás de esto. Y dice Lorente que ese rechazo social es también el que explica, sobre todo, que se hayan reducido los asesinatos machistas. Los hombres que más se suicidan, según las investigaciones, suelen estar más integrados socialmente y, por lo general, tienen un nivel socioeconómico más alto. No hay factores psicológicos ni mentales, nos dicen,e que expliquen este comportamiento, como señala Ángeles Hernández, de la aosicacion de psicología y psicoterapia feminista. Hablamos de personas, con estrategias planificadas y que tienen sus capacidades cognitivas perfectas.