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Hoy se cumplen diez años desde que el ultraderechista Anders Behring Breivik asesinase a 77 personas en Oslo y Utoya. Primero acabó con las vidas de ocho personas con la explosión de un coche bomba, aparcado frente al complejo gubernamental en Oslo. Condujo después hasta la isla de Utoya, donde se celebraba un campamento de las Juventudes Laboristas. Murieron 69 personas. FOTO: GEIR OLSEN / NTB / AFP

Los Mossos d'Esquadra han finalizado esta madrugada los registros que llevaban a cabo en un piso de Vilafranca del Penedès, en Barcelona, y en un locutorio de Ripoll, en Girona, relacionados con la investigación de los atentados yihadistas en Las Ramblas y Cambrils.

Según han confirmado a Efe fuentes de la investigación, de estas "entradas" policiales se han llevado diversas cajas con documentación no especificada y que ahora se procederá a analizar.

El piso de Vilafranca estaba situado en la confluencia de las calles Ignasi Iglesias y la calle Montblanc, que fueron acordonadas por los Mossos d'Esquadra mientras se realizaba el registro.

Hoy, se cumplen dos años de la masacre de Oslo. 77 personas murieron en dos atentados perpetrados por un único culpable, Anders Breivik. El primer ministro noruego, los príncipes Haakon y Mette-Marit y las juventudes laboristas, van a recordar a las víctimas en el centro de Oslo y en la isla de Útoya.

Una imagen nueva que acaba de salir a la luz, del atentado cometido en Oslo por el asesino confeso Anders Breivik. En ellas se ve cómo el propio Breivik deja una camioneta blanca estacionada junto al edificio de oficinas del primer ministro noruego... se aleja andando del lugar... y al poco se produce la explosión. En este atentado murieron 8 personas. Luego, Breivik se dirigió a la isla de Útoya, en donde habían acampado las juventudes del Partido Laborista Noruego, y mató a otras 69 personas. Son imágenes captadas por cámaras de video vigilancia.

  • El editor Richard Millet escribre un panfleto en defensa del extremista
  • Considera que Breivik "es lo que se merece Noruega" y analiza sus textos
  • La publicación pone en jaque su presencia en la prestigiosa editorial Gallimard
  • El tema de fascismo y literatura es un tabú desde el caso de Céline

El autor de la masacre de Noruega, Anders Behring Breivik, irá a la cárcel por el asesinato de 77 personas el año pasado. El tribunal de Oslo considera que no es un enfermo mental y le condena a una pena de 21 años de prisión, que se pueden prorrogar.

  • Tendrá tres celdas: dormitorio, sala de estudio y de ejercicio
  • Es una compensación por no acceder a actividades que realizan otros presos
  • Podrá ver la televisión, leer periódicos y utilizar el ordenador
  • El extremista noruego termina satisfecho el juicio que le lleva a la cárcel
  • Sin embargo, su imagen ha sido humanizada desde el inicio del juicio
  • Ha pasado de ser visto como un monstruo a un mediocre con aires de grandeza
  • El abandono de su historia por los medios le afectaba más que las víctimas

Este viernes se sabrá si un Tribunal considera penalmente responsable o no al autor de las masacres del año pasado en Noruega, en las que murieron 77 personas. Los abogados de Anders Behring Breivik lo han visitado este juves en la cárcel y allí les ha reiterado que apelará el fallo si el tribunal le considera mentalmente insano, como quiere la fiscalía. También les ha dicho que está tranquilo y contento por el régimen de aislamiento ya que piensa que, en caso contrario, su vida correría peligro.

La policía noruega tardó demasiado en detener a Anders Breivick, el asesino confeso de 77 personas en el doble atentado de Oslo y la isla de Utoya hace un año. Es una de las conclusiones de la comisión de investigación sobre la matanza, que hoy se ha hecho pública. El informe sostiene que el primer ataque pudo evitarse.

Anders Breivik, de 33 años, asumió en el juicio la autoría de los asesinatos de Oslo como un acto patriótico. Contra el multiculturalismo, el marxismo y las democracias europeas, y pidió la absolución porque no se considera un criminal.

3:26 minutos de la tarde del 22 de julio de 2011, un coche bomba explota frente la sede del Gobierno noruego, en Oslo. 8 personas mueren y el caos se adueña de esta apacible ciudad de 600.00 habitantes conocida como símbolo de la paz. Pero lo peor estaba por llegar. Dos horas más tarde, un hombre con uniforme de policía abre fuego de forma indiscriminada en la isla de Útoya, a unos 40 kilómetros de la capital. Una isla en forma de corazón, donde jóvenes del partido laborista disfrutan de un campamento de verano. 69 personas mueren y cientos quedan heridas.

En Noruega, este domingo se celebran los actos con los que se conmemorará el primer aniversario de la masacre cometida por Anders Breivik. Los familiares de las víctimas estarán acompañados por miembros del Gobierno y de la familia real. Familiares y supervivientes pisarán la isla un año después de la matanza. El dolor sigue muy presente, a un mes de conocer la sentencia de Breivik. El 24 de agosto se anunciará su pena y se determinará si la matanza fue obra de un hombre cuerdo o de un enfermo mental.