La Casa Cornide, en venta: la propiedad señorial que adquirió la familia Franco en 1962

• El palacete del siglo XVIII tiene 1.430 metros cuadrados, cuatro plantas, 11 habitaciones y 13 baños
• El Ayuntamiento tramita la declaración de Bien de Interés Cultural, lo que complica la operación de venta

Los Franco venden la Casa Cornide: el Ayuntamiento tramita la declaración de bien de interés cultural

La Casa Cornide, la propiedad señorial que adquirió la familia Franco en 1962, está en venta. El palacete del siglo XVIII está situado en el centro del casco histórico de A Coruña. Tiene 1.430 metros cuadrados, 4 plantas, 11 habitaciones y 13 baños. Según informes históricos, la propiedad fue cedida a la familia Franco después de una subasta pública en los años 50.

Nuevo pulso entre la Administración y los Franco por la Casa Cornide en A Coruña

Una venta rodeada de polémica por todas las voces que han pedido que el edificio sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Por su parte, el Ayuntamiento ha tramitado la declaración BIC lo que complica la operación de venta.

El palacete se anuncia en internet

El tiempo apremia a los nietos de Franco, que son los que han puesto en venta el palacete construido en el 1900. Sobre todo después de lo que vivieron hace un año cuando el Pazo de Meirás, su inmueble más valioso, pasara a manos del Estado tras 80 años bajo su propiedad.

En el anuncio de venta de la Casa Cornide, aparecen todo lujo de detalles sobre materiales y características de la Casa de 1.430 metros cuadrados. La planta baja está compuesta por un garaje, una sala-almacén, tres dormitorios, una cocina, una sala de estar y un baño.

En la primera planta están el apartamento para invitados que consta de salón, dos dormitorios (uno individual y uno doble en suite y con vestidor) y baño. En la superior, están la biblioteca, el salón principal y la sala de estar. Y en la última planta, en el ático, hay una terraza, cinco habitaciones de servicio y dos baños.

Algunos historiadores dicen que hay informes que explican cómo fue el proceso de adquisición de la casa por la familia Franco: a través de una subasta pública por un valor de 25 mil pesetas. El ayuntamiento de A Coruña está preparando acciones legales para reclamar el inmueble. En mayo del año pasado, la Xunta inició el expediente de Bien de Interés Cultural, algo que permitiría abrir el inmueble al público. Pero la declaración BIC no cambiaría la propiedad del inmueble, que de momento pertenece a la familia Franco.

"Hay que reclamar por vía judicial la propiedad"

La noticia de la venta de la Casa Cornide se conocía este martes a través de una publicación en un conocido portal de anuncios de alquiler y venta de inmuebles: "Por un lado, está la protección del inmueble y las competencias están en manos de la Xunta de Galicia. Es un caso muy paralelo al que sucede con el Pazo de Meirás. La propiedad debe demandarse en los tribunales. Tiene un matiz diferente respecto al Pazo porque es el Concello de A Coruña el que puso en marcha el proceso en el año 57 y otorgó la propiedad en el 62. Por lo tanto, tiene que ser el Concello el que revierta ese acto administrativo que tuvo lugar con esa subasta", asegura el historiador Carlos Babío en 'La Hora de la 1'.

Babío relata cuáles serían los pasos a seguir para que la Casa Cornide sea declarada BIC: "Lo que hay que hacer es reclamar por vía judicial la propiedad. Iniciar una acción reivindicativa de la propiedad, utilizando los informes que el Concello de A Coruña recabó, para demostrar que ese proceso está lleno de irregularidades y abusos en una administración situada en una etapa en al que los ciudadanos no teníamos derechos", explica el historiador.

Debido a la antigüedad de la Casa, la propiedad ha sido rehabilitada y se ha hecho con fondos públicos: "Lo que fue un marrón para la administración pública fue regalarle un palacete "a los francos". Cualquier bien público tiene unos gastos. Es lo mismo que decir que no hay que invertir en la Catedral de Compostela porque tiene costas. La gestión patrimonial tiene carga, es un deber mantener el patrimonio cultural", concluye Babío.