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'El principito' aterriza al fin en Francia

  • El manuscrito de Antoine de Saint-Exupéry se expone en el Museo de Artes Decorativas de París
  • Se conservaba en la Biblioteca Morgan de Nueva York, ciudad en la que se escribió

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'El principito' aterriza al fin en Francia

Exiliado en Nueva York durante la II Guerra Mundial, Antoine Saint-Exupéry escribió El principito durante una plácida estancia en Long Island, aislado por su melancolía de expatriado y por su negación total para aprender inglés. En un furor creativo nocturno alimentado, según su biógrafa Stacy Schif, de cafés, cigarros y Coca-Colas, Saint-Exupéry escribía sin reposo en folios, márgenes y en papel de cebolla. Por cada hoja del manuscrito final, rompía otras cien.

El autor de la célebre fábula falleció en 1944 en un accidente aéreo que todavía se rastrea. El manuscrito de El principito nunca salió de Nueva York, donde fue publicado por primera vez en 1943 y, póstumamente en Francia en 1946. Lleva más de 75 conservado en la Biblioteca y Museo Morgan, en Madison Avenue, muy cerca del Empire State Building. Por eso el viaje del manuscrito por primera vez a Francia, donde se expondrá al público en el Museo de Artes Decorativas de París, es un hecho excepcional cubierto de honores.

"Un día vi el sol ponerse cuarenta y cuatro veces". Acuarela y lápiz sobre papel, de Antoine de Saint-Exupéry. Ilustración para el capítulo IV (1942 o 1943). © Coll. Succession Saint Exupéry¿d¿Agay © Photo: Fondation JMP pour LPP

El 1 de febrero de este año, el manuscrito cruzó el Atlántico en la bodega del avión. El sobrino bisnieto del escritor también viajaba a bordo: "Es muy emocionante porque es la primera vez que los dibujos originales viajan a París". El manuscrito no viene solo: acuarelas, bocetos y dibujos (en su mayoría inéditos) además de fotografías, poemas, correspondencia y así hasta 600 piezas (entre las que se incluyen 120 ediciones traducidas) para celebrar las múltiples facetas del escritor y aviador de “esa primera época heroica” a la que André Gide se refirió en el prólogo de Vuelo nocturno.

Saint-Exupéry íntimo

La muestra destaca la importancia de dos aspectos. Por un lado, el accidente aéreo que sufrió en 1935 junto a su mecánico, André Prévost, en la ruta Saigón–París, que inspiró tanto su libro Viento, Arena y Estrellas como el inicio de El principito. Y, por otro, su faceta de dibujante que utilizó para comunicarse con su infancia.

Y se sumerge en su entorno privado poniendo en valor a su mujer Consuelo (que inspiró el personaje de la rosa) a través de su correspondencia entre 1930 y 1944 con la que era “inspiración y eco, espuela y cómplice” del autor. Y también a su amigo León Werth, mentor literario y moral del escritor a quién dedicó el libro.

Para Olivier Gabet, director del Museo de Artes Decorativas, el libro ofrece “en la agitación de los años más oscuros de la historia, un cuento filosófico atemporal” que no está dirigido a los jóvenes, sino que “habla íntimamente a todo el mundo, en cada lectura, encontrando diferentes resonancias según edad, tiempo, y lugar a veces”.

Algo así intuía Saint-Exupéry que, aunque no conoció el impacto de su obra, afirmó: “nunca he escrito una historia más verdadera”. La llegada de El principito a París cumple de alguna manera el deseo implícito en las últimas palabras del libro: “No me dejes tan triste: escríbeme rápido que ha vuelto... ".

Edición de 'El principito' en alfabeto amárico etíope. 1974. © Photo: Fondation JMP pour LPP