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Bragado, el marchador español que con 51 años afronta sus octavos JJOO

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Jesús Ángel García Bragado, preparado para Tokio 2020
Jesús Ángel García Bragado, preparado para Tokio 2020

Pocos deportistas de élite pueden elegir cuándo y cómo retirarse, pero el próximo 6 de agosto, Jesús Ángel García Bragado, 'Chuso', como se le conoce en el mundo del atletismo, se colgará el último dorsal de su carrera como profesional. Será en los Juegos Olímpicos de Tokio. Una carrera que empezó a despuntar en los Juegos de Barcelona 92 cuando solo tenía 21 años, pero que arrancó en el madrileño club Tajamar en la década de los 80.

Informe Semanal - La última carrera - ver ahora

Allí definió su ambición y sus objetivos desde el momento en el que le pidió al entrenador Lázaro Linares que quería hacer algo en lo que pudiera destacar. Ahora, con 51 años es el hombre de los récord, más juegos olímpicos, más participaciones en los mundiales de atletismo y campeonatos de Europa.

Como buen colchonero, su filosofía ha sido siempre ir entrenamiento a entrenamiento, competición a competición: "Me encuentro bien", señala. Así lo confirma su fisioterapeuta Miquel Ángel Cos, que le ha ido "engañando" año a año desde que terminó en cuarta posición en los Juegos Olímpicos de Pekín.

En el centro de alto Rendimiento del Sant Cugat, en Barcelona, se puede comprobar la admiración que despierta entre los más jóvenes y comparte su pasión por el atletismo, un deporte que ha dado sentido a su vida.

PREGUNTA: Dicen que eres la persona que mejor se conoce. ¿Cómo es Jesús Ángel Bragado?

RESPUESTA: Yo creo que soy una persona muy exigente conmigo mismo y supongo que eso es lo que me hace intentar superarme todavía a día de hoy. Yo ahora voy a ir a los juegos olímpicos a Tokio con 50 años y lo quiero hacer lo mejor posible. Y voy a intentar ser realista. Sé más o menos en qué puesto creo que puedo luchar, pero, desde luego, sigo soñando con que a lo mejor pasa un ciclón, un tifón y a lo mejor puedo pelear hasta por una medalla.

Yo si pudiera no me jubilaría nunca, pero obviamente hay que aceptar el paso del tiempo.

P: La pasión y el entusiasmo son los motores de su vida deportiva. ¿Nunca se ha puesto límites?

R: No. Vas aceptando que van pasando los años y que casi como sistema operativo te tienes que actualizar y aceptar que no puedo entrenar como cuando tenía 20 años, pero intento suplirlo con la experiencia y ver si luego en la competición pues te da eso, la oportunidad de poder hacer un gran resultado como me pasó en Doha en el último mundial en Qatar. Vamos, yo si pudiera no me jubilaría nunca, pero obviamente hay que aceptar el paso del tiempo.

El veterano atleta madrileño Jesús Ángel García Bragado se ha hecho con el bronce en la prueba de 50 kilómetros marcha de los Mundiales de Berlín.

P: Va a ser el deportista que ha competido en más juegos olímpicos y tiene también récord de participación en los mundiales de atletismo. ¿De todos esos triunfos con cuál se queda?

R: Para mí hay dos momentos muy especiales: mi primera medalla y mi última medalla. Los dos han sido en Alemania. A nivel de currículum, obviamente una medalla de oro en un mundial es muy difícil de conseguir. La primera fue el oro de Stuttgart en 1993. La segunda, en 2009, aunque fue una medalla de bronce, por la edad a la que lo consigues, que no es muy frecuente encima operado de las dos caderas y sobre todo porque en las dos estaba presente mi familia. Eso para mí es algo importantísimo.

La medicina deportiva, una ayuda necesaria

P: Para muchos es ya una leyenda del atletismo que ha roto todos los límites de la vida deportiva de un deportista de élite. ¿Cómo lo ha conseguido?

R: Hasta los 35 años más o menos yo creo que me consideraba irrompible. Pero a partir de los 35 ya empiezan a llegar estos problemas esos dolores que no identificas muy bien, que empiezas a ver que te levantas y que algo te molesta, que no puedes entrenar. Y entonces, haber estado aquí tantos años de la mano de Mikel Cos, que nos conocemos desde Barcelona 92 y luego trabajando estrechamente desde que ya vivo aquí en Cataluña con el doctor Manuel Rivas, que nos dijeron es un grandísimo especialista de cadera. Hasta que le conocí allá por el año 2006 nadie sabía qué es lo que tenía. Él me vio y me dijo: "esto es una lesión, un choque femoroacetabular, y esto lo arreglo yo con una operación". Desde entonces cuida mis caderas. Yo creo que eso es lo que me ha permitido seguir 15 años después todavía en activo y un grandísimo nivel.

Con 38 años, al entrar en el estadio y quedando cuarto, muy cerquita de subir al podio, pensé que había llegado el momento.

P: Cuando compitió en los Juegos de Pekín, en el año 2008, pensó en dejarlo. ¿Qué le hizo cambiar de opinión?

R: Con 38 años, al entrar en el estadio y quedando cuarto, muy cerquita de subir al podio, pensé que había llegado el momento. Ese año me volví a operar de la cadera. Me encontré muy bien, mi vida cambió también mucho y, claro, en el año 2009 volví a ganar una medalla en un mundial 16 años después de haber ganado un campeonato del mundo. Entonces te va haciendo ilusión… "Oye, pues yo soy muy competitivo y estoy en los 40!". Y después sigues, pues aguanto hasta los siguientes juegos y te vas motivando. Siguen llegando lesiones, te recuperas, vuelves a ser competitivo y esto es un poco la forma en la que les he ido engañando un poco a todos año a año.

P: ¿Una carrera deportiva tan larga ayuda a conocerse mejor?

R: La competición deportiva es como una especie de reflejo de la vida. La victoria y el fracaso, yo siempre digo que van paralelos y hay que ir aprendiendo a veces de los triunfos y también hay que ir aprendiendo de los fracasos, que los he tenido. En cierta manera lo que me siento es un privilegiado de haber podido seguir tantos años dedicándome a esto que me encanta, que me apasiona.

Bragado, ante sus octavos JJOO

El entreno de Jesús Ángel García Bragado para Tokio 2020 INFORME SEMANAL

El significado de los Juegos Olímpicos

P: ¿Qué tienen de especial los Juegos Olímpicos?

R: Que te representan como deportista a título individual y representan a tu país. Es algo que casi que viene ya desde tiempos de la Antigua Grecia todo lo que representaba poder estar en unos Juegos Olímpicos y ya no te cuento si encima eres medallista.

Barcelona 92, para un para un jovencito como yo, de apenas 20 años, poder hacer tus primeros Juegos Olímpicos en tu país fue un sueño cumplido.

P: ¿Y estrenarse precisamente en casa, en Barcelona 92?

R: Barcelona 92, para un jovencito como yo, de apenas 20 años, poder hacer tus primeros Juegos Olímpicos en tu país fue un sueño cumplido. Y encima si ahora miras hacia atrás y te das cuenta de lo que supuso Barcelona 92. No solo para el deporte español, incluso para España pues es haber estado en un momento histórico.

P: Nunca ha conseguido una medalla olímpica, pero ya le han demostrado cuanto le admiran ¿Qué representa eso para usted?

R: Ese momento, cuando llegué a la villa olímpica en los juegos de Río, con ese recibimiento en el comedor de la delegación española y deportistas de otros países esperándome. Fue una sorpresa emocionante. Yo no he ganado nunca medallas olímpicas y lo que están reconociendo es toda una trayectoria deportiva; ¡tus propios compañeros! Y no solo tus propios compañeros de deporte sino de toda la delegación española que estaba allí. Entonces, para mí, eso será algo imborrable. Desde luego, ese día me dije que con esto ya me ha merecido la pena venir aquí con 46 años que tenía entonces.

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La última carrera

P: ¿Está preparado para vivir fuera de la competición? ¿Se imagina cómo va a ser su nueva etapa?

R: Por un lado, tendrá un sabor agridulce por saber que por fin he terminado, he llegado donde he querido. Esta era la estación de término y, por otro lado, me quedaré con un cierto vacío, pero, desde luego, cuando ya haga mi última carrera como atleta, quiero seguir vinculado al atletismo y, obviamente, ya el siguiente paso es el proceso de ser entrenador y poder enseñar a los chavales esta experiencia, y al final es un poco el atletismo en cierta manera lo que le ha dado sentido a mi vida.

P: ¿Ha pensado o visualizado cómo va a ser esa última carrera?

R: Es la última competición. Seguramente habrá nervios, tendré más ansiedad, la preocupación de hacerlo bien, de que no salga nada mal, de que no haya ninguna catástrofe, ni descalificaciones. Que no tenga problemas estomacales que obliguen a retirarme... Al final, una vez que se esté dando esa competición y cruzar esa línea de meta, termine y pare el crono, tendré una satisfacción personal. Yo, todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí.

A los grandes nombres de la marcha española como Jordi Llopart, Valentín Massana o Josep Marín se sumarán con letras mayúsculas el de Jesús Ángel García Bragado, el marchador inagotable.