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'Crónica de una tormenta': Clara Lago, Ernesto Alterio y las miserias del periodismo

  • Se estrena la película escrita y dirigida por la argentina Mariana Barassi

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'Crónica de una tormenta': el poder de los medios de comunicación y el techo de cristal

Luchas de poder, brecha de género, idealismos traicionados, ambiciones dañinas y se condensan en Crónica de una tormenta, la película en la que Clara Lago y Ernesto Alterio interpretan al director y subdirectora de un periódico que se lanzan a la cara verdades acumuladas a lo largo de los años en una nochebuena muy particular.

Crónica de una tormenta es una de esas películas que han dormido en el limbo de las películas pendientes de estreno durante la pandemia. Con un año de retraso llega a las salas tras presentarse en el pasado Festival de Málaga.

Basada en la obra teatral Testosterona, de la escritora mexicana Sabina Berman, la película está escrita y dirigida por Mariana Barassi. Tras el cierre de la edición del 24 de diciembre, Antonio (Ernesto Alterio), director de un periódico con su endémica crisis, tantea su sucesión entre su leal e hiperprofesional subdirectora Miky (Clara Lago) o el astuto y manipulador Vargas (Quique Fernández).

Clara Lago explica así su personaje: “Macarena es una idealista que cree en el periodismo y su función de contar la verdad. Tiene valores más positivos a la hora de liderar: es más colaborativa, crea sinergias horizontales, escucha a su equipo, no cree en una estructura piramidal. Uno de sus grandes valores es la lealtad, en este caso hacia su mentor, jefe y amor platónico. Y el gran conflicto para ella es, de pronto, saltarse a sí misma y a sus principios”.

Desde Buenos Aires, donde se encuentra rodando una serie de televisión, Ernesto Alterio explica cómo encaró el proyecto. “En cuanto leí el guion lo sentí como un desafío. Son cuestiones que de alguna manera necesitaba revisar, que tienen que ver con la ética en el trabajo. Mi personaje ha sido un periodista de raza que se siente ya un hombre de negocios o un burócrata”.

En un principio, Crónica de una tormenta plantea un flagrante ejemplo de brecha de género. A Miki no le basta ser profesionalmente perfecta, más brillante y haber renunciado a su vida personal: la alta dirección sigue siendo un techo de cristal. “Queda mucho trabajo. Se han dado muchos pasos, pero quedan muchos por dar”, opina Barassi.

Alterio coincide: “Hay mucho por avanzar, pero por suerte se ha avanzado mucho. En los rodajes cada vez hay más cabezas de equipos que son mujeres, pero queda mucho.  Tengo esperanza en las nuevas generaciones”.

Alterio y Lago destacan que el origen teatral de la película les ha permitido explorar su oficio. “A mí no me había pasado nunca en una película y lo he disfrutado muchísimo”, dice la actriz. “Era estimulante rodar de pronto 18 minutos, porque se sostiene solo con los actores y lo sentía como un desafío”, añade el actor.

Alterio confiesa que se fijó en Juan Luis Cebrián y Pedro J. Ramírez para su papel de periodista en la cumbre que se cuestiona si ha traicionado su vocación. Y centra uno de los temas de la película: “El tema es dónde pone uno su ambición. Soy actor. ¿Ambiciono tener un chalet con piscina o hacer un trabajo honesto y sincero que llegue a la gente? Está bien revisarse. Ambiciono hacerlo cada vez mejor y eso es un motorcillo que me mueve”.