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Suecia y Dinamarca aplican controles en sus fronteras para intentar frenar la llegada de refugiados

  • Los controles de Suecia afectan al puente que une Copenhague con Malmö
  • Dinamarca, como respuesta, restablece los controles en la frontera con Alemania
  • Berlín advierte de que los principios de Schengen están "en peligro"

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Suecia y Dinamarca aplican controles en sus fronteras para intentar frenar la llegada de refugiados

Las autoridades suecas han empezado este lunes a aplicar controles de identidad fronterizos con Dinamarca para frenar la oleada de refugiados llegados a aquel país, el que más solicitantes de asilo per cápita recibe en la UE. Y Copenhague, en respuesta, ha restablecido controles fronterizos provisionales con Alemania

La medida sueca, que se puso en marcha esta madrugada y estará vigente durante seis meses, prorrogables, deriva de una ley aprobada el mes pasado por el Parlamento que permite introducir controles en los viajes en tren, autobús y barco a Suecia en situaciones de riesgo grave para el orden público o la seguridad interna.

Agentes de la policía desalojan un campamento ilegal de refugiados en Malmoe (Suecia) a principios de noviembre.

Agentes de la policía desalojan un campamento ilegal de refugiados en Malmoe (Suecia) a principios de noviembre. Drago Prvulovic

Quienes lleguen desde Dinamarca deberán poseer un documento de identificación válido para poder entrar en Suecia, según la norma temporal, donde se establece que la responsabilidad de los primeros controles recae en las compañías transportistas, que han criticado que puedan ser multadas si no entregan los registros de pasajeros.

Colapso del sistema de asilo

Los controles afectan al puente del estrecho del Sund, que une Copenhague con la ciudad sueca de Malmö y es la principal arteria de comunicación entre ambos países, por la que viajan a diario decenas de miles de personas en ambos sentidos.

Necesitamos los controles (...) hasta que podamos ofrecerles algo más que alojamiento

Las medidas dictadas por Estocolmo han obligado a las autoridades danesas a colocar varios puestos de control en la estación de tren del aeropuerto de Kastrup, la última antes de cruzar a Suecia, a los que seguirán otros en Hyllie, la primera estación del lado sueco.

"Necesitamos los controles de identidad hasta que lleguemos a un nivel de solicitantes de asilo que implique que podamos ofrecerles algo más que alojamiento", ha dicho esta mañana la ministra de Infraestructura sueca, Anna Johansson.

Por primera vez desde los años cincuenta hay que identificarse para cruzar por Örensund, el puente que une Suecia y Dinamarca.

Por primera vez desde los años cincuenta hay que identificarse para cruzar por Örensund, el puente que une Suecia y Dinamarca. EFE/EPA/JOHAN NILSSON

Dinamarca restablece controles en su frontera con Alemania

El Gobierno rojiverde sueco introdujo los primeros controles internos en noviembre, después de asegurar que su sistema de acogida estaba al borde del colapso, lo que provocó nuevas medidas para endurecer el acceso a un país que en 2015 recibió a casi 163.000 peticionarios, el doble que el año anterior.

Las autoridades danesas, críticas con la generosa política de asilo impulsada por Estocolmo hasta hace pocos meses, habían advertido de que podrían adoptar medidas similares en la frontera con Alemania. Y eso han hecho. Apenas unas horas ha tardado el primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen, en anunciar los controles.

Rasmussen ha justificado la medida por los riesgos para la seguridad derivados de la entrada en vigor esta madrugada de controles de identidad fronterizos impuestos por Suecia. Los controles daneses, que ya se hicieron efectivos desde este mediodía, estarán vigentes durante diez días prorrogables y serán de carácter aleatorio, ha resaltado Rasmussen.

"Hay un riesgo grave de que inmigrantes ilegales se queden en Dinamarca. Tampoco queremos ver a refugiados e inmigrantes caminando por las autopistas", ha dicho el primer ministro, en alusión a los episodios ocurridos en otoño pasado en este país.

Dinamarca ha registrado desde finales de septiembre 13.000 solicitudes de asilo, casi tantas como todo el año pasado, aunque lejos de las casi 163.000 de Suecia, que en los últimos meses ha abandonado su antigua generosa política de asilo.

Bruselas analiza si la medida es "proporcionada"

Alemania, que en 2015 recibió más de un millón de refugiados, ha visto cumplidos sus temores, después de que en los meses pasados las estaciones de Hamburgo y otras ciudades del norte del país quedaran convertidas en lugar de acampada de peticionarios de tránsito hacia Dinamarca y, de ahí, a Suecia. El portavoz del Ministerio de Exteriores alemán ha advertido, tras la decisión de Dinamarca, que los principios de Schengen y la libre circulación en la UE están "en peligro".

La Comisión Europea ha dicho que va a analizar la reintroducción temporal de controles internos anunciada por Dinamarca en su frontera con Alemania para determinar si es una medida proporcionada y necesaria.

En la actualidad mantienen controles temporales internos, además de Suecia y Dinamarca, Austria, Alemania y Francia, así como Noruega, que no es miembro de la UE, pero sí del área de libre circulación de Schengen. La CE ha dado el visto bueno a esta medida, permitida por las normas actuales para casos excepcionales, en todos estos supuestos y se mantiene en contacto con las autoridades de cada país sobre la evolución de la situación.