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Un estudio plantea utilizar la orina para reducir las emisiones de CO2

  • El método podría reducir hasta un 1% los gases de efecto invernadero
  • El estudio ha sido llevado a cabo por el español Manuel Jiménez Aguilar
  • La orina mezclada con alpechín puede capturar varios gramos de CO2 por litro

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El estudio sugiere ubicar depósitos con orina y alpechín en las chimeneas para absorber los gases contaminantes
El estudio sugiere ubicar depósitos con orina y alpechín en las chimeneas para absorber los gases contaminantes

El océano, el suelo, las rocas y los árboles actúan como sumideros de carbono, pero están alejados de los principales centros de contaminación. Para solucionar este problema, el investigador español Manuel Jiménez Aguilar propone utilizar residuos como la orina.

El estudio, que aparece publicado en Journal of Hazardous Materials, sugiere utilizar la orina como reactivo para capturar grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en las grandes ciudades.

Por cada molécula de urea de la orina se podría capturar un mol de CO2 atmosférico

Jiménez Aguilar ha explicado a SINC que "por cada molécula de urea contenida en la orina se produce un mol de bicarbonato amónico y otro de amoníaco que podría ser usado para capturar la misma cantidad de CO2 atmósferico". Además,el bicarbonato amónico aplicado en suelos ricos en calcio podría actuar como un potente fertilizante.

El investigador apuesta por utilizar alpechín -un líquido que se obtiene al centrifugar la pasta de aceituna- para evitar la descomposición de la urea. El resultado es que la orina mezclada con un ligero porcentaje de alpechín puede capturar de manera estable y durante más de seis meses varios gramos de CO2 por litro.

Reducir el 1% las emisiones

El fluido podría introducirse en las chimeneas de casas o fábricas para que el gas de efecto invernadero pase a través de él y aumente su capacidad de absorción. Con este método "las emisiones podrían reducirse hasta un 1%", apunta Jiménez Aguilar.

Estos recipientes o chimeneas dispondrían de un sistema de rellenado y vaciado de la orina, así como un sistema de control para detectar el momento en el que la mezcla se ha suturado con el gas. Además, cuando la orina se retire de la chimenea se puede encauzar para su distribución y uso como fertilizante agrícola.

Otra de las aplicaciones de la mezcla orina-alpechín está en la reducción de emisiones de dióxido de carbono y óxido de nitroso de los vehículos a motor, según explica el investigador en un trabajo que aún no ha sido publicado.