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Los terrenos del incendio de Guadalajara se recuperan debido al tipo de pino

  • El 90% del terreno se ha regenerado de forma natural
  • La mayoría de la recuperación se ha hecho gracias a los pinos serótinos
  • El incendio, ocurrido en 2005, afectó a 13.000 hectáreas

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EL 90% DE LOS MONTES ARRASADOS POR EL FUEGO DE GUADALAJARA SE HA REGENERADO
Los pinos serótinos han tenido mucho que ver.

La presencia de pinos serótinos en Guadalajara han contribuido a la regeneración de los terrenos calcinados en el incendio que afect ó a 13.000 hectáreas hace cinco años.

Un estudio liderado por el profesor Luis Gil, ingeniero de montes e investigador de la Universidad Politécnica de Madrid, ha determinado la capacidad de la especie para contribuir a la renovación del terreno.

El catedrático ha explicado a Verde que se analizaron los pinares en parte del suelo afectado por el fuego y se determinó la presencia de piñas normales y de piñas serótinas (un tipo de piña cerrada).

El equipo de investigación acudió al lugar del incendio a pocos días del siniestro para iniciar sus estudios de suelo y analizó el comportamiento de ambos tipos de piñas ante el fuego.

Las piñas diseminan sus semillas

El investigador confirmó que los pinos serótinos contribuyen a la renovación de los suelos debido a que, cuando las piñas se queman durante el incendio, se abren pasado un cierto tiempo y diseminan sus semillas, garantizando así que crezcan nuevas plantas.

"En el caso del incendio de piñas seótinas, el fuego da lugar al inicio de la vida porque sueltan nuevas semillas.  Si en Guadalajara sólo hubieran pinos normales, casi se hubiera perdido todo, porque esos no se abren sino que se queman totalmente, como el á rbol", ha aclarado Gil.

La investigación incluye la documentación de las siembras que ha habido en el suelo quemado en Guadalajara, el conteo y revisión de las piñas luego del incendio, análisis de las muestras, estudio de las semillas de regeneración y la posterior visita al lugar, un año después del desastre.

En el estudio se determinó también que los pinares naturales tienden a tener más fructificación que los sembrados: "Contabilizamos la cantidad de semillas en determinados espacios. En muchos casos, los pinos naturales triplicaban en cantidad de frutos a los otros", dijo Gil.

El catedrático explicó que en España se dan los dos tipos de pinos: "Tenemos los normales que son abiertos y se queman durante el incendio. También contamos con los serótinos que están acostumbrados a sufrir fuegos en sus copas y generan piñas cerradas.

Cuando viene el incendio, abren sus piñas, caen los piñones y se garantiza la regeneración del suelo".