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Un matrimonio británico con cáncer terminal se suicida en una clínica suiza

  • Peter y Penny Duff, de 80 y 70 años, murieron por ingestión de barbitúricos
  • El Juez Presidente inglés dio a entender que no procesaría a los colaboradores en un suicidio
  • En Inglaterra prestar asistencia a un suicida puede acarrear hasta 14 años de cárcel

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Un matrimonio británico, cuyos dos miembros sufrían cáncer terminal, se ha quitado la vida en la clínica suiza Dignitas, especializada en suicidios asistidos.

Según publica este viernes The Times, Peter y Penny Duff son los primeros británicos que se suicidan en esta clínica desde que el Juez Presidente inglés diera a entender que no procesaría a quienes ayudaran a una persona aquejada de una enfermedad terminal a viajar al extranjero para sucidarse.

Peter Duff, de 80 años, presidente ejecutivo del Concurso Internacional de Vinos y Espirituosos, y sus esposa, de 70, se quitaron la vida el pasado 27 de febrero mediante la ingestión de barbitúricos. Para ello contaron al parecer con ayuda ajena.

La hija del matrimonio, Helena Conibear, ha elogiado a sus padres en declaraciones a The Times y ha asegurado que de momento no podía tratar de lo sucedido por "problemas legales". La hija no quiso confirmar si la pareja había sido acompañada a la clínica por alguno de los familiares.

La legislación británica pena la colaboración

El caso ha vuelto a poner en primer plano de la actualidad el tema de la eutanasia en Inglaterra. Así, Edward Leight, ex secretario de Estado con los conservadores, ha criticado el que, por un lado, las leyes británicas prohíban colaborar en el suicidio y, por otro, el tribunal de apelaciones dictamine que no se perseguirá judicialmente a una persona en el caso de prestar este tipo de ayuda en el extranjero.

Según la legislación suiza, la persona que colabora en un suicidio sólo puede ser interrrogada por las autoridades para determinar si hubo o no delito pero en Inglaterra y Gales la colaboración en un suicidio es un crimen que puede acarrear hasta 14 años de cárcel.

Hasta el momento, ningún británico que haya acompañado a algún pariente a la clínica suiza ha sido procesado.

En el año 2003 hubo otra pareja británica que se quitó la vida en las instalaciones de Dignitas pero no se trataba de enfermos terminales. Ambos tenían más de 50 años, el marido sufría epilepsia y la mujer esclerosis múltiple.

El Consejo General Médico del Reino Unido ha advertido que se puede suspender a cualquier miembro de la profesión que se niegue a atender el deseo de un paciente de no ver prolongada artificialmente su vida.

Según sus nuevas recomendaciones, si un paciente ha expresado de modo explícito el deseo de que se le retire el equipo correspondiente, el médico debe actuar en consecuencia