Evitar el peligro es una conducta biológicamente coherente. Sin embargo, algunas personas se exponen a situaciones arriesgadas por el deseo de...
Disponible hasta 17-09-2115
19/11/2020 00:01:00Evitar el peligro es una conducta biológicamente coherente. Sin embargo, algunas personas se exponen a situaciones arriesgadas por el deseo de...
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19/11/2020 00:01:00Disponible hasta: 17-09-2115 15:15:00
Evitar el peligro es una conducta biológicamente coherente. Sin embargo, algunas personas se exponen a situaciones arriesgadas por el deseo de sentir emociones fuertes.
Hablamos de la llamada conducta de riesgo y, nos referimos no solamente a los deportes de riesgo, sino a una infinidad de conductas arriesgadas presentes en distintos aspectos de nuestra vida; relaciones de pareja, inversiones económicas, cambios radicales de vida, etc.
En este programa explicamos cómo responde el cerebro y el cuerpo ante estas situaciones de riesgo y por qué unos se exponen más que otros. Los expertos nos explican que hay existen variaciones genéticas, diferencias fisiológicas determinadas por la edad, condicionantes psicológicos e incluso diferencias anatómicas que podrían explicar la atracción por el riesgo que sienten algunas personas.
Hemos descubierto que el riesgo está en nuestra naturaleza humana, tiene un sentido evolutivo y ha sido necesario para garantizar la supervivencia de la especie.