Girmay se convierte en el primer africano negro que gana en una gran vuelta

• El ciclista eritreo del Intermarché ha ganado al sprint a Van der Poel la 10ª etapa del Giro
• El español Juanpe López (Trek) conserva la 'maglia' rosa tras el exigente final en Iesi

El corcho del champán pone en riesgo la continuidad de Girmay en el Giro

Biniam Girmay (Intermarché) ha logrado una histórica victoria en el Giro de Italia al convertirse en el primer ciclista africano negro que ha ganado en una gran vuelta. El velocista eritreo se ha impuesto al sprint en un reducido pelotón por delante de Mathieu Van der Poel (Alpecin), mientras el español Juanpe López (Trek) sigue líder.

La etapa, de 196 km, ha tenido dos partes diferenciadas. Los cien primeros kilómetros eran completamente llanos (por la costa del Adriático); en tanto que la segunda mitad del recorrido era rompepiernas, con tres subidas de cuarta categoría --y unas cuantas más no puntuables--.

Casi desde la salida en Pescara (región de los Abruzos) se formó una escapada con tres ciclistas: Mattia Bais (Drone Hopper), Lawrence Naesen (AG2R) y Alessandro de Marchi (Israel). El terceto enseguida tomó una ventaja de cinco minutos y en el pelotón el Alpecin de Van der Poel, secundado por el Intermarché de Girmay, marcaron el ritmo para controlar la fuga.

El guion no cambió durante muchos kilómetros, aunque al pasar las primeras dificultades, los sprinters más puros como Mark cavendish (Quick Step) se fueron descolgando. En una de las últimas dificultades, cuando el gran grupo ya tenía a tiro a los aventureros, De Marchi prolongó el envite y se mantuvo en solitario un rato más.

Final muy rápido

Desde su neutralización, a falta de 20 km, hasta el final, el ritmo fue endiablado. En la última ascensión, la de Monsano, con la cima a solo 9 km de la meta, el pelotón fue casi enfilado primero por los Alpecin y luego los Ineos. Ningún ataque prosperó en la subida, y tampoco en la bajada, cuando lo intentó el propio Richard Carapaz (Ineos) y por dos veces Van der Poel, secado la última de ellas por Girmay en persona --a pesar de que el eritreo todavía tenía algún gregario--.

Y en la recta final en Iesi (región de las Marcas) fue el propio Girmay el que lanzó el sprint de lejos, pero nadie pudo superarle.

Girmay, que justo antes de cumplir los 22 años ya hizo historia en marzo al imponerse en la clásica Gante-Wevelgem, ha logrado su tercera victoria del año, la octava como profesional, y la más grande para él y para los aficionados al ciclismo de Eritrea y mucho más allá. Un hito en la historia de este deporte.

Accidentada celebración

Girmay terminó en un hospital tras la ceremonia que le encumbró como ganador de la décima etapa del Giro de Italia, ya que recibió en el ojo izquierdo el impacto del corcho de la botella de vino espumoso con que se homenajea todos los días en el podio al vencedor y que él mismo abrió.

Un episodio similar ocurrió al final de la primera etapa, la Budapest-Visegrad, con Mathieu Van der Poel como protagonista, aunque el neerlandés tuvo más suerte, ya que la gorra le protegió y el corcho le dio en un pómulo antes de salir volando, recuerda Efe.

El Intermarché ha publicado una imagen del ciclista brindando en el hotel con sus compañeros, pero no ha detallado su estado.

Para la formación belga Intermarché es su octavo triunfo del año y también uno de los más importantes de su trayectoria.

En la clasificación general no ha habido cambios reseñables en los primeros puestos.

Durante el recorrido de este martes se ha rendido tributo a Michele Scarponi al paso por Filottrano, la ciudad donde vivía el malogrado ciclista.

El miércoles, en la 11ª etapa, no habrá dificultades orográficas. Serán 203 km por las carreteras llanas de Emilia-Romaña, en dirección noroeste, en un perfil sin una sola tachuela desde Santarcangelo di Romagna a Reggio Emilia (pasando de lado por Bolonia).

A priori, la penúltima oportunidad para los sprinters puros.