Era un futbolista fuerte, bajito y robusto, capaz de sortear y soportar entradas que hoy en día serían impensables. Toda la fortaleza que Maradona exhibió en el césped se esfumó en cuanto colgó las botas a los 37 años. Dos décadas de continuos problemas cardíacos, gastrointestinales, respiratorios o renales derivados de sus excesos. El consumo de cocaína desde su etapa en el Barça fue en sus propias palabras, el mayor error de su vida. En sus últimos días, Maradona presentaba un estado físico y anímico muy deteriorado. A principios de noviembre fue operado de un hematoma en la cabeza, del que se recuperaba en su casa. El '10' parecía haber regateado a su enésimo adversario, pero una parada cardiorrespiratoria, este 25 de noviembre ha representado su pitido final.
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