A hombros de gigantes   El fotófono de Alexander Graham Bell 16/02/2021 05:43

Alexander Graham Bell pasó a la historia como el inventor del teléfono aunque el congreso de EEUU le retiró ese honor en 2002 al reconocer que fue el italiano Antonio Meucci quien inventó ese aparato en 1854. Sin embargo, el invento del que se sintió más orgulloso fue del fotófono, en 1880, un dispositivo que permitía la transmisión de sonido por medio de una emisión de luz. Como explica José Antonio Martín Pereda, ingeniero de telecomunicaciones y miembro de la Real Academia de Ingeniería, Bell desarrolló su invento a partir de unas curiosas propiedades de las células de selenio. Cuando incide un rayo de luz sobre ellas, cambia drásticamente su resistividad, convirtiéndose en materiales conductores de la corriente eléctrica.

El fotófono consistía de dos partes. Un rayo de luz reflejado en un espejo se dirige hacia otro espejo oscilante, que vibraba en respuesta a la voz del hablante. La luz de este segundo espejo se dirige hacia un sensor de selenio, cuya propiedad es convertir la energía lumínica a voltaje para ser enviada a un teléfono a través de señal de audio.

El alcance de la comunicación estaba condicionado por la intensidad de la luz, que dependía de la hora del día o de las condiciones meteorológicas. A pesar de sus limitaciones, a principios del s. XX se introdujeron numerosas mejoras aunque finalmente cayó en desuso ante el auge del teléfono y de la telegrafía sin hilos.

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