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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha denunciado una "brutal" campaña política y mediática contra su Gobierno desde España y ha instado a los "estúpidos oligarcas" a preocuparse por los "problemas" españoles. Un día después de la declaración del estado de excepción y de emergencia económica, Maduro ha anunciado el inicio de una "contraofensiva" política para hacer frente a las "amenazas" y "agresiones" que Venezuela recibe desde el exterior y que, según Caracas, giran en torno al eje Miami-Madrid-Bogotá. El mandatario venezolano ha denunciado que, en el caso de España, la "avalancha de ataques" es "brutal". En este sentido, ha afirmado que los medios españoles tienen una "obsesión" con el Gobierno del país sudamericano y ha alertado de una supuesta connivencia entre "estúpidos oligarcas" y la oposición venezolana.

En Venezuela, la Comisión Electoral empieza a auditar los dos millones de firmas que ha presentado la Oposición para convocar un referéndum revocatorio y desalojar del poder a Nicolás Maduro. El gobierno bolivariano advierte que no se va a celebrar. El mandato de Maduro termina en 2019, pero desde enero la oposición tiene mayoría en la asamblea. A la crisis política se suma la crisis económica y energética y la escasez de productos básicos.

Semana decisiva en Venezuela, donde la pugna entre el oficialismo y la oposición no deja de crecer. El presidente Nicolás Maduro ha decretado el estado de excepción para desactivar un supuesto golpe de estado auspiciado desde el exterior. Mientras la oposición, además de desafiar al gobierno convocando una gran manifestación de protesta en Caracas, tiene puestas todas sus esperanzas en el referéndum revocatorio que, según el chavismo, nunca se va a celebrar. Las autoridades electorales comienzan hoy a supervisar las dos millones de firmas de ciudadanos que piden una consulta para decidir si Maduro debe seguir siendo o no el presidente de Venezuela (16/05/16).

Venezuela es un "Estado en crisis", según el investigador en América Latina de la Universidad de Alcalá de Henares, Rogelio Núñez. En una entrevista en el canal 24 horas, Núñez señala que Venezuela no es capaz de "proveer de seguiridad" a sus ciudadanos, está en recesión, con una inflación del 250%, que podría llegar "al 2.500% el año que viene", desabastecimiento de alimentos y productos básicos, una caída del PIB del 7% y con una grave crisis "institucional y política". Este experto descarta una guerra civil pero apunta que el país "está llegando al límite". Destaca que la inseguridad y el desabastecimiento golpean más a las clases populares y medias, que tradicionalmente han apoyado al chavismo. Añade que Chaves tenía "más capacidad política" que Maduro cuyo margen de acción es más limitado. Con respecto a las anunciadas expropiaciones, explica que el Estado venezolano no funciona y "no tiene capacidad de poner en funcionamiento ningún tipo de fábrica o industria" ya que ha perdido el 90% de sus ingresos que provenían del petróleo. De cara al futuro, ve complicado que la oposición logre convocar un referéndum revocatorio antes de mediados de enero, aunque también podría darse la posibilidad de que las fuerzas armadas "no intervinieran y el Gobiero se quedase sin respaldo". Matiza que por el sistema venezolano es muy difícil la oposición "tiene las de perder" porque la Sala Constitucional tiene la capacidad de vetar las iniciativas del Parlamento.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado este sábado su decisión de iniciar ejercicios militares de la Fuerza Armada venezolana para prepararse para "cualquier escenario", tras informar de unos supuestos planes de intervención que, según ha asegurado, se orquestan desde el extranjero. Al mismo tiempo, la oposición se ha manifestado para pedir que se acelere el referéndum revocatorio que busca acabar con el mandato del gobernante.

Es la última medida para combatir la crisis energética, después de los cortes de luz, la jornada laboral de dos días para los funcionarios o el cierre de los colegios los viernes. La otra medida, añade el presidente, no depende de ellos y es la lluvia. Desde la oposición, en cambio, dicen que el problema no son los cambios climáticos extremos que provoca el Niño, sino la mala gestión de la energía.