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Mientras el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el cardenal Reinhard Marx,  proponía publicar sumarios judiciales de casos de abusos sexuales por parte de la iglesia, multitud de personas se manifestaban ante el Vaticano pidiendo que una vez por todas se acabe con esta lacra. El cardenal Reinhard Marx, ha abogado por reconsiderar la norma del secreto pontificio en los casos de abusos a menores, durante la reunión en la que los líderes de la Iglesia católica están afrontando el tema de la pederastia en el seno mismo de la Iglesia.

La segunda jornada de la cumbre sobre abusos en el Vaticano se ha saldado este viernes con la intervención de la experta en derecho canónico Linga Ghisoni. La primera mujer que ha intervenido en la cumbre ha ofrecido a los sacerdotes afrontar los acontecimientos "de rodillas ante las víctimas y sus familias" y ha sugerido cambiar el secreto pontificio para evitar que se use para esconder los problemas. Por su parte, el español Miguel Hurtado ha dejado manifiesta la presencia de las víctimas, no oficialm en la cumbre y ha entregado una carta a los benedictinos en la que ha dado 72 horas al abad de montserrat para dimitir.

Los 190 asistentes han recibido hoy dos informes de Naciones Unidas sobre los abusos contra la infancia. En ellos se refleja que, este tipo de violencia, la ejercen sobre todo, familiares o personas próximas. Entre esas personas, los sacerdotes.

El presidente de la conferencia episcopal india recuerda una vez más: "Aquellos que son culpables de un comportamiento criminal, son responsables ante la autoridad civil".

En el centro de Roma, una concentración de víctimas de esos abusos exige que la "tolerancia cero" sea real.


 

Hay un asunto que tal vez se trate de refilón en esta cumbre y es el económico. Tal vez se estén preguntando de dónde saca la Iglesia el dinero para las defensas de sus sacerdotes y el dinero de las indemnizaciones de las víctimas. Estados Unidos es el caso más significativo porque allí la Iglesia se ha visto obligada a vender algunos de sus inmuebles para hacer frente a estos costes millonarios. Es una crónica de nuestro corresponsal Fran Sevilla.

Roma acoge este viernes la segunda jornada de la cumbre antipederastia de la cúpula mundial de la iglesia. Segundo día de examen de conciencia dedicado a la rendición de cuentas.

Más de 200 obispos y cardenales de todo el mundo, con el papa al frente, que de nuevo están teniendo que escuchar los desgarradores testimonios de las víctimas.

Nos lo cuenta la corresponsal de RNE en Roma, Sagrario Ruiz de Apodaca.

Víctimas de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia católica se concentran frente al monasterio de los benedictinos de Roma. Entretanto cerca de 200 obispos e integrantes del clero celebran la segunda jornada de la cumbre antipederastia convocada por el papa en el Vaticano. Un encuentro en el que se quieren sentar las bases para atajar de raiz este asunto.

Nos lo cuenta la corresponsal de RNE en Roma, Sagrario Ruiz de Apodaca.

Las víctimas no participan oficialmente en la cumbre contra la pederastia organizada por la Iglesia Católica en el Vaticano pero están muy presentes en la ciudad a través de sus distintas manifestaciones y encuentros con la prensa.

El activista español de los derechos humanos, Miguel Hurtado, ha declarado a TVE la preocupación de las víctimas por el resultado final de este encuentro histórico. Creen que se ha dejado de lado el abuso por parte de las órdenes religiosas como benedictinos, jesuitas, salesianos y maristas. Pide la destitución del abad de Montserrat por haber ocultado sus abusos. 

Sobre los 21 puntos asegura que son ideas recicladas desde hace más de 30 años y no han funcionado. Cree que las recomendaciones de la ONU de 2014 son claras y que el Vaticano sólo tiene que aceptarlas y cumplirlas.

La Iglesia católica lo vio y lo tapó durante décadas en todo el mundo. La sucesión de escándalos de abusos sexuales dentro de la Iglesia, de su encubrimiento e impunidad, ha empujado al Papa a organizar una cumbre histórica. En el Vaticano están reunidas las conferencias episcopales de todo el mundo. Desde hoy hasta el domingo, con una columna vertebral: prevenir los casos y si los hay, llevarlos a los tribunales. Es una crónica de nuestra corresponsal Sagrario Ruiz de Apodaca. 

Miguel Ángel Hurtado es una de las doce víctimas convocadas por el Vaticano para escuchar su testimonio con motivo de la cumbre sobre la pederastia en el seno de la Iglesia católica. Él sufrió abusos por parte de un monje de la abadía de Montserrat y cuando superó el temor a sufrir represalias lo denunció a sus superiores. La respuesta que obtuvo fue dinero a cambio de silencio. Hoy está convencido de que hay muchos más casos de los que han salido a la luz, y no cree que estos días en Roma dé tiempo a abordar el problema en toda su dimensión. Nuestra compañera Marga Esparza ha charlado con él.

El papa Francisco ha indicado que lo que se espera de la Iglesia no es solo condenar los abusos de sus clérigos sino "medidas concretas y efectivas" para erradicarlos, durante su discurso al inicio de la reunión para la protección de menores que se celebra hasta el domingo en el Vaticano.

"El pueblo de Dios nos mira y espera de nosotros no simples y obvias condenas, sino medidas concretas y efectivas", ha afirmado el papa ante los 190 representantes de la jerarquía eclesial reunidos para afrontar el problema de los abusos en una cumbre sin precedentes en la historia de la Iglesia.

"Ante el flagelo del abuso sexual perpetrado por los hombres de la Iglesia contra los menores, pensé en consultarme con ustedes, patriarcas, cardenales, arzobispos, obispos, superiores religiosos y responsables, para que juntos(...) podamos escuchar el grito de los pequeños que piden justicia", comenzó Francisco su discurso de apertura de la cumbre.

En Roma está en marcha desde hace una hora la conferencia contra la pederastia en la Iglesia. El pueblo de Dios exige medidas concretas para erradicar los abusos sexuales. Lo ha dicho el papa Francisco al inagurrar la cumbre. En RNE hemos escuchado a Luis Badilla, experto en el Vaticano, director del blog Il Sismógrafo. Considera Badilla que el gran problema al que se enfenta el pontífice en esta política de lucha contra la pederastia en el seno de la Iglesia es la resistencia de la curia, las órdenes de silencio y ocultación de los abusos, que durante años dieron Juan Pablo II y Benedicto XVI a los obispos.

En el inicio de la hitórica cumbre anti-pederastia del Vaticano,  Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso ha hablado con el periodista y vaticanista Luis Badilla, director de la web "Il Sismógrafo", que ha comenzado afirmando que, aunque "anticipar lo que va a pasar es muy difícil""la Iglesia se está jugando en estos días su credibilidad". Badilla cree que tanto el Papa como la Curia son conscientes de la importancia de esta cumbre. A pesar de las resistencias internas, que las hay, según el vaticanista, sobre todo "entre los obispos", que, "por muchos años recibieron la instrucción de ocultar".

Lo que se va a vivir desde este jueves y hasta el domingo en el Vaticano es histórico. Por primera vez en la historia, la Iglesia católica ha convocado una cumbre para afrontar los casos de pederastia de sus religiosos. El papa ha citado en Roma a casi 200 presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo para escuchar los testimonios de las víctimas, trazar un plan de acción mundial e instalar la transparencia en la Institución. De hecho, una de las expectativas es conocer a ciencia cierta la magnitud del problema.

¿Se puede corregir en tres días una vergüenza de décadas o siglos? Respuesta: No, y nadie lo pretende. Lo que el papa Francisco quiere es dar un impulso al cambio de cultura en la iglesia católica. Más responsabilidad ante los abusos sexuales a menores, más consecuencias y menos encubrimiento. Para eso Francisco ha llamado a Roma a todos los presidentes de conferencias episcopales, los jefes de todos los obispos del planeta, en una reunión inédita para buscar un plan común contra la pederastia en la iglesia..

"Y además dejar claros los pasos concretos para que todos sepamos lo que se espera de nosotros y las consecuencias de los errores", explica el arzobispo de Chicago, Blase Cupich.

190 altos cargos, menos del 10% mujeres, debatirán durante tres días hasta el domingo las realidades de la pederastia en sus comunidades y países. Las víctimas, que no participan oficialmente en las reuniones, recuerdan que 35 años después de los primeros escándalos en Canadá, Irlanda y EEUU, la iglesia católica no tiene o no da datos concretos de esta lacra: cuántos casos registrados, dónde, cuándo, cuántos sacerdotes castigados...

Las reuniones empiezan mañana a las 9 y aunque no habrá documento final, las conclusiones las dará el papa en la misa del domingo..