Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Para muchos fue el primer huracán de su vida. Vinieron a Cuba a pasar unas vacaciones paradisiacas pero Irma se cruzó en su camino. En toda Cuba hay más de 3.000 turistas españoles varados, a los que la embajada de España ha abierto sus puertas las 24 horas y les presta asistencia de comida, agua, comunicación telefónica y por internet, además de buscar reubicación en hoteles a los que se han quedado sin alojamiento.

Las operaciones aéreas en los principales aeropuertos internacionales de Cuba, en La Habana y el polo turístico de Varadero, se restablecerán mañana martes, tras quedar suspendidas a causa del paso del poderoso huracán. Un comunicado de la Corporación de la Aviación Civil de la isla informó de que los vuelos en el aeropuerto José Martí de la capital cubana se retomarán a partir de las 12.00 horas (17.00 GMT) del martes.

En Varadero hay en estos momentos más de 15.000 turistas extranjeros, muchos de ellos con sus vuelos de regreso a sus países todavía pendientes. De ellos, unos 5.000 eran turistas evacuados de los cayos de la costa norte, en el centro de la isla, donde Irma azotó con más fuerza en toda la isla en la noche del viernes.  Ante el inminente paso de Irma, se evacuaron de esos cayos (Cayo Santa María, Cayo Coco y Cayo Guillermo) a más de 36.000 visitantes, aunque muchos de ellos, sobre todo canadienses, retornaron a sus países de origen antes de la llegada del ciclón.

El aeropuerto más cercano a la cayería norte, el de Jardines del Rey, ha quedado completamente destruido y todavía no sabe cuándo podrá reanudar vuelos.

España recibió en julio 10,5 millones de turistas internacionales, un 10,1% más que en el mismo mes de 2016, según los datos de la Estadística de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Nunca antes habían llegado tantos turistas en un mes: el anterior récord se estableció en agosto de 2016, cuando llegaron 10,1 millones.

Conocemos a la Bella Escondida, una torre de Cádiz poco conocida pero con una curiosa historia. Nos habla de ella Manuel Morales, actual copropietario de este mirador que solo se puede ver desde las azoteas que están a su alrededor y cuyo nombre se lo dio un poeta.