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A lo largo del lunes, centenares de miles de personas se han manifestado en varias de las grandes ciudades de Brasil en una protesta que se inició la pasada semana contra la subida de precios en los transportes, pero que en las últimas horas se ha ampliado hacia una muestra de rechazo a la corrupción política y la violenta represión policial, así como la gestión que el Gobierno de Dilma Rousseff ha hecho de la organización de la Copa Confederaciones y el Mundial de Fútbol de 2014, en los que se han invertido miles de millones de dólares.

A pesar de que la mayoría de dichas protestas han sido de carácter pacífico, en algunos puntos el enfrentamiento con la Policía ha derivado en acciones violentas, con hogueras, vehículos incendiados, lanzamiento de piedras e intentos de tomar edificios correspondientes a instituciones públicas.

La protesta silenciosa establecida este lunes en la plaza Taksim de Estambul ha sido disuelta por la Policía turca, que ha cargado contra los cientos de personas concentradas de forma pacífica y silenciosa, de los cuales al menos una docena han sido detenidos, según ha podido comprobar Efe.

Varias decenas de policías han comenzado a presionar al resto de personas que se encontraban en la plaza e incluso hicieron el intento de detener a un periodista, al que finalmente dejaron ir.

Una pequeña multitud se había reunido en el lugar siguiendo el ejemplo de "El hombre de pie", un hombre que desde hacía seis horas permanecía inmóvil y en silencio con la mirada fija en las grandes banderas turcas que cubren un edificio en uno de los laterales de la plaza.

Además, en Ankara continúan las protestas y los enfrentamientos entre Policía y manifestantes, con los antidisturbios empleando con gases lacrimógenos y cañones de agua a presión.

El Gobierno turco ha amenazado con emplear a las Fuerzas Armadas para acabar con las protestas ciudadanas que sacuden el país si la actuación policial no es suficiente, el mismo día en el que varios sindicatos han hecho huelga y se han manifestado sin grandes incidentes.

La Asociación de Médicos Turcos ha denunciado lo que ha calificado de "uso salvaje" de los gases lacrimógenos para reprimir las protestas iniciadas hace tres semanas en torno al parque Gezi de Estambul y después contra el "autoritarismo" del Gobierno.

La tarde de hoy ha sido un pulso en las calles de Estambul entre los que protestan contra Erdogan y la policía, unos intentando concentrarse en la plaza de Taksim y los otros decididos a impedírselo. Y mientras tanto, en la misma ciudad, Erdogan se ha dado otro baño de masas.