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Atropello junto a una mezquita en Londres

Atropello junto a una mezquita en Londres

Una persona ha muerto este lunes en un atropello de fieles musulmanes que salían de una mezquita en Finsbury Park, al norte de Londres. Una decena de personas han resultado heridas, ocho de ellas hospitalizadas y dos tratadas en el mismo lugar de los hechos.

La Policía ha detenido en el lugar a un hombre de 48 años, cuya identidad no se ha revelado, e investiga el suceso como un atentado terrorista, según ha confirmado la primera ministra británica, Theresa May.

El servicio de urgencias de la sanidad pública británica recibió una llamada de auxilio a las 00:15 del lunes (hora local) por un accidente de tráfico en Seven Sisters Road, al norte de Londres.

El Consejo Musulmán de Británico (MCB), que ha calificado el ataque de "violenta manifestación de islamofobia", ha explicado que los fieles fueron atropellados cuando salían de los oficios en el Centro de Bienestar Musulmán, muy próximo a la mezquita de Finsbury Park, la mayor del país.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha calificado el suceso como un ataque a los "valores compartidos de tolerancia, libertad y respeto". En una declaración, Khan ha pedido a los londinenses que mantengan la "calma" y estén "vigilantes" mientras se esclarece lo sucedido.

La Policía británica ha elevado a 30 la cifra de víctimas en el incendio del miércoles en la torre residencial Grenfell y ha admitido que es posible que muchas de las víctimas no puedan ser identificadas. El comandante de la Policía Metropolitana de Londres (Met), Stuart Cundy, ha dicho que "tristemente, hay un riesgo de que no podamos identificar a todo el mundo", y ha agregado que espera que el número total de fallecidos no sea superior a "tres cifras". El diario The Sun ha elaborado una lista de 65 desaparecidos.

Por tercer día consecutivo, los bomberos revisarán las plantas de la torre, compuesta por 120 apartamentos, muchos de ellos de protección social, mientras aumentan las críticas sobre la seguridad en otros edificios similares en el Reino Unido.

Las autoridades son cuestionadas por el estado en que se encontraba el edificio después de que algunos residentes denunciasen que las alarmas de incendio no saltaron y también por el material utilizado en el revestimiento del inmueble, compuesto por polietileno, que explicaría la rapidez con que se propagaron las llamas en la madrugada del miércoles. El incendio, dicen era una tragedia anunciada.

La primera ministra británica, Theresa May, ha dispuesto una investigación oficial sobre la tragedia a fin de llegar "al fondo" de lo ocurrido para que una tragedia así no vuelva a ocurrir. May es también hoy protagonista, a su pesar, en los medios locales, que la critican por no haber hablado este jueves con los rescatados de la torre cuando visitó el barrio del norte de Kensington, donde está el edificio y donde habló con agentes de Policía y los bomberos que trabajaron para contener el fuego y rescatar a los residentes. Para paliar esas críticas, la premier ha visitado esta mañana a los heridos en uno de los hospitales donde están siendo atendidos.