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El papa Francisco ha iniciado el lunes un viaje oficial que lo llevará a Chile y Perú. A su llegada a Santiago de Chile, el pontífice ha sido recibido por la presidenta Michelle Bachelet, que espera que la visita sea "muy exitosa". Por su parte, el presidente peruano, Pedro Pablo Kuzcynski, ha dado la bienvenida al pontífice "a tierras latinoamericanas" y ha señalado que esperan "con entusiasmo su mensaje de unidad y esperanza". El papa ha sido recibido por cientos de fieles que se han congregado a la entrada de la Nunciatura Apostólica, donde se alojará hasta el jueves. No obstante, algunas personas se han manifestado contra la visita, y la Policía chilena ha detenido a al menos 30 personas.

El papa Francisco ha recordado el sufrimiento de los niños en "un mundo azotado por vientos de guerra" y ha pedido convertirlo en uno más digno para ellos, en su mensaje de Navidad pronunciado desde la logia central de la basílica de San Pedro. Antes de impartir la tradicional bendición "Urbi et Orbi" de Navidad, el pontífice ha hablado de un mundo "azotado por vientos de guerra y un modelo de desarrollo ya superado que sigue provocando degradación humana, social y ambiental".

El papa Francisco ha recordado durante la tradicional misa del Gallo a los millones de personas que se ven obligadas a dejar su tierra y a sobrevivir para escapar de los "Herodes de turno", que no dudan en "cobrarse sangre inocente".

En la misa de Nochebuena, celebrada en la basílica de San Pedro, en la que los católicos conmemoran el nacimiento de Jesús, Jorge Bergoglio ha comprado la situación que vivieron José y María, obligados a dejar su tierra, pero "llenos de esperanza y de futuro por el niño que vendría" con los millones de personas que huyen en la actualidad de sus países.

Ante las cerca 10.000 personas que han llenado la basílica, el papa ha explicado en su homilía que José y María "luego se tuvieron que enfrentar quizás a lo más difícil: llegar a Belén y experimentar que era una tierra que no los esperaba, una tierra en la que para ellos no había lugar".

En su historia, ha subrayado, "vemos las huellas de familias enteras que hoy se ven obligadas a marchar. Vemos las huellas de millones de personas que no eligen irse sino que son obligados a separarse de los suyos, que son expulsados de su tierra".

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El Papa Francisco ha nombrado por primera vez la palabra "rohinya" durante su visita a Asia. En Bangladesh, tras un encuentro con 16 miembros de esta perseguida minoría musulmana, ha dicho que la presencia de Dios también se llama rohinya. El pontífice ha invitado a la iglesia del país a seguir construyendo puentes de diálogo entre diferentes grupos religiosos.

El papa Francisco ha indicado este martes a las autoridades birmanas que la paz se basa en el respeto de cada grupo étnico, sin excluir a nadie, y que las religiones no pueden ser fuente de división.

Ante el presidente birmano, Htin Kyaw, y la Premio Nobel de la Paz y jefa de facto del Gobierno, Aung San Suu Kyi, con quienes antes tuvo un encuentro privado, Francisco aseveró que "el futuro de Myanmar debe ser la paz, una paz basada en el respeto de la dignidad y de los derechos de cada miembro de la sociedad, en el respeto por cada grupo étnico y su identidad".

Un discurso claro y directo del papa a las autoridades, Ejército y Gobierno, para que respeten a todas las minorías, aunque sin citar expresamente como le han aconsejado desde la Iglesia católica local a los musulmanes rohinyás, que no son reconocidos como birmanos y son brutalmente perseguidos en el país, lo que ha provocado un éxodo de 620.000 de ellos hacia Bangladesh.

Segundo día de la visita del Papa Francisco a Birmania. El lunes, tras su llegada, se reunió con el jefe del ejército responsable de la campaña contra la minoría rohinyá que la ONU considera una limpieza étnica. Según el Vaticano, Francisco instó a las autoridades birmanas a asumir sus responsabilidades. El papa Francisco viaja este martes a Naipyidó, la nueva capital de de Myanmar, donde el Gobierno le dará oficialmente la bienvenida, será recibido por el presidente del país y se entrevistará con la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, líder del Gobierno y premio Nobel de la Paz. Antes, Francisco ha mantenido un encuentro interconfesional con líderes religiosos locales en el arzobispado en Rangún, donde se aloja durante su estancia en Birmania. El papa se ha reunido con un grupo de 17 líderes representantes de las diferentes religiones presentes en Birmania y les ha instado a defender su identidad, no tener miedo a las diferencias y "no dejarse colonizar".