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Hasta ahora, el alto el fuego en Gaza ha permitido liberar a siete rehenes israelíes que estaban en manos de Hamás. Israel, como parte del trato, ha excarcelado a 290 presos palestinos. Entre ellos había menores y mujeres. Un equipo de RTVE ha hablado con una de ellas. Su nombre es Amal Suyaiya. Estudia periodismo en la universidad de Ramala, en Cijsordania, y es presentadora y directora de un videopódcast que habla de la situación de los palestinos. Uno de sus últimos programas lo dedicó a denunciar los abusos que sufren los presos palestinos y semanas después, decenas de soldados israelíes rodearon su casa: "Me esposaron y me llevaron a la cárcel".

Amal ha estado siete meses en prisión sin cargos y "con mucho frío, con poca comida". "He visto malos tratos, soldados pegando a las mujeres y arrancándoles el pañuelo de la cabeza para humillarlas", cuenta.

Esperar es lo único que les queda a los miles de gazatíes que intentan llegar al norte de la Franja. Se agolpan en los alrededores del corredor de Netzarim, bloqueado por Israel. "Pensábamos que podríamos volver a casa", dice una mujer afectada, "ya hemos sufrido demasiado".

Los primeros en llegar a esta zona ya han pasado aquí su primera noche y las fogatas son imprescindibles. El hambre empieza a apretar y la ayuda humanitaria escasea. La caravana de coches que se dirige hacia el norte sigue creciendo. Israel tiene cerrado el acceso al norte de Gaza porque dice que Hamás debía haber liberado a una civil israelí en el intercambio del sábado. La milicia asegura que lo hará la próxima semana y acusa a Tel Aviv de incumplir el acuerdo de alto el fuego al no permitir a los ciudadanos de la Franja regresar a sus hogares.

Foto: EFE/EPA/HAITHAM IMAD

Las cuatro rehenes israelíes liberadas este sábado saludan a la multitud desde el escenario. La plaza de Palestina, en Ciudad de Gaza, ha acogido el momento con una puesta en escena organizada por Hamás. Han participado decenas de milicianos. Minutos antes, miembros de Cruz Roja firmaban el acuerdo que permitía trasladar a las soldados hasta la frontera con Israel.

En helicóptero, las han llevado a un hospital cerca de Tel Aviv. Han acaparado todas las miradas de los israelíes agolpados en los alrededores para festejar su llegada. "Están estables", ha asegurado la directora del hospital. "Gracias a todos los que nos habéis apoyado para sacarnos de allí", ha dicho Liri Albag, de 19 años, tras reunirse con su familia. El primer ministro Benjamín Netanyahu ha hablado con los padres de las jóvenes: "Es un momento de mucha alegría", ha dicho.

Reacciones también entre los 200 presos palestinos liberados por Israel. Les han recibido como héroes. El más joven tiene 15 años. Han sido trasladados a Cisjordania, a Egipto y a Gaza. "Siento alegría a pesar de la destrucción", dice uno de ellos. Mientras, algunos gazatíes recogen sus pertenencias para volver al norte de la Franja. Allí, el Ejército israelí está frenando el paso de los gazatíes que intentan volver a casa, porque aseguran, Hamás debía haber liberado a una civil en la entrega de este sábado y eso no ha ocurrido. Ambas partes se acusan de retrasar la implementación del acuerdo.

Foto: AP Photo/Abed Hajjar

Todo estaba preparado en esta plaza abarrotada de la Ciudad de Gaza. Entre banderas palestinas y un escenario rodeado por milicianos de Hamás, esperaban la llegada de las rehenes. Hasta aquí se ha desplazado un convoy de la Cruz Roja y han firmado junto a la milicia el acuerdo sobre la liberación. Todo ante la expectación de miles de gazatíes. Justo después han llegado a la plaza las cuatro soldados israelíes cautivas, recibidas entre vítores, saludando a la multitud. Es la puesta en escena que ha elegido Hamás para llevar a cabo la segunda liberación de rehenes tras la tregua.

Mientras tanto, en diferentes puntos de Israel vivían el momento retransmitido en directo por televisión. La Cruz Roja las ha trasladado hasta la frontera israelí con la Franja. Allí las esperaba un helicóptero del Ejército para llevarlas hasta un hospital donde han pasado un reconocimiento médico y se han reunido con sus familiares.

En la cárcel israelí de Ofer, cerca de Ramala, han liberado este sábado a 200 presos palestinos. Entre los liberados estaría Mohammed Al Tous, el palestino que más tiempo lleva en una cárcel israelí, casi 40 años.

Foto: AP Photo/Abed Hajjar

Cuatro mujeres soldados israelíes han sido liberadas por Hamás en el segundo intercambio de la tregua en Gaza, acordada tras más de 15 meses de guerra. Se tratan de Karina Ariev, Daniella Gilboa, Naama Levy y Liri Albag capturadas el 7 de octubre de 2023 en la base militar Nahal Oz. A cambio, se espera la excarcelación por parte de Israel de 200 presos palestinos. Foto: John Wessels / AFP

En Oriente Próximo, a pesar del alto el fuego pactado, la realidad es otra: Israel ha vuelto a atacar Gaza dejando 8 muertos. Ese acuerdo que, por el momento, sigue en vigor ha supuesto el intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos. Nuestra Corresponsal en Jerusalén Laura Alonso ha podido hablar con una de esas mujeres que han estado encarceladas en Israel. Se llama Rose Khuwais, tiene 17 años y es la presa más joven excarcelada recientemente y también quien tenía la condena más alta, diez años, por supuestamente intentar matar a un soldado israelí.

Teme dar detalles sobre su paso por prisión, aunque dice que el terror para ella fue realmente cuando estuvo en comisaría: "Me trasladaron a la cárcel de seguridad de Damon y fue el momento más feliz de mi vida porque ya no me golpeaban. La comisaría fue un infierno", le explica Rose a Laura Alonso. Estuvo 37 días en comisaría con golpes, gritos y horas sin dormir. "Le acusaron de llevar una navaja en el bolso, pero ella no llevaba ningún bolso. Luego dijeron que en un bolsillo, que tampoco tenía, y finalmente dijeron que estaba escondido en el hiyab. Luego le dispararon seis veces", relata un familiar.

Dos meses antes del acuerdo ya estaban preparando a algunas presas para la excarcelación, con recopilación de huellas de las presas o fotos, pero hasta el domingo no llegó la confirmación definitiva, un momento que la propia Rose llevó con desconfianza hasta que no escuchó su nombre como parte del acuerdo: "Me siento como si estuviera de visita y tuviera que volver a la cárcel. Temo que me vuelvan a encerrar", afirma.

En declaraciones a RNE, la familia de Rose advierte que no pueden preguntarle "ni por el acuerdo ni por Hamás", sentencia la corresponsal de RNE en Oriente Próximo, Laura Alonso.

En Palestina, la operación militar de Israel en Yenín, en la Cisjordania ocupada, deja ya 13 muertos. Pero la represión de los colonos afecta también a los palestinos que viven ahí. Fátima acabó en el hospital en junio. La última vez que intentó llegar a su huerta, un coche de colonos la embistió.

"Cuando vamos a los tribunales porque nos atacan o destruyen nuestras tierras, aunque nos den la razón, no hacen nada. Los israelíes están protegidos por su ley", dice Ibrahim, un activista de Al Kahder que asegura que el 60% de los agricultores de la zona ha vivido esta situación.

Para Yahya, como para tantos otros palestinos, su tierra es su vida. Sin ella, pierde su cosecha, pero también su identidad.