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La tormenta tropical Florence no da tregua en la costa sureste de Estados Unidos y sus fuertes vientos y "épicas" lluvias han causado la muerte de al menos 11 personas, así como la notable crecida de unos ríos y lagos que comienzan a desbordarse en las carolinas.

Los trabajos para recuperar el fluido eléctrico prosiguen y se han reducido el número de personas afectadas por los cortes del suministro, mientras cerca de 800.000 clientes permanecen sin servicio eléctrico a la espera de que Florence acelere su desplazamiento y se lleve consigo las lluvias hacia el norte, a donde se desplazará en los próximos días.

Una vez que dejó atrás la condición de huracán y Florence se degradó a tormenta tropical, con vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros por hora, la preocupación de las autoridades son las incesantes precipitaciones.

Las lluvias "épicas", tal y como las ha calificado el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, han llevado a batir un récord de acumulación de agua, con más de 76 centímetros en la ciudad de Swansboro, mientras que hay otras cuatro más por encima de los 50 centímetros.

Cinco personas han muerto y decenas más quedaron atrapadas en viviendas de Carolina del Norte tras el desbordamiento de varios ríos debido a Florence, que tocó tierra este viernes mañana en el sureste de Estados Unidos como huracán, y los meteorólogos alertan de que las inundaciones van a empeorar.

Pero la mayor preocupación de las autoridades no radica en las fuertes ráfagas, pues, aunque el ciclón ha perdido buena parte del furor de sus vientos desde que alcanzaba el nivel 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5, mantiene el agua que arrastra, tanto en lluvias como en la intensidad de la marejada ciclónica.

Estos dos factores llevaron a que ríos como el Neuse y Pungo se desbordasen en sus desembocaduras e inundasen ciudades como New Bern y Belhaven, y dejasen atrapadas a decenas de personas, que se vieron obligadas a subir a los áticos o techos de sus viviendas a la espera de la llegada de las unidades de socorro.

Pero, con vientos sostenidos de unos 150 kilómetros por hora, esta tarea no fue sencilla, y las autoridades pidieron a unos 150 de los afectados que aguantasen como pudiesen pues las condiciones impedían su rescate.

Esto sucedió incluso antes de que Florence embistiese la costa sureste a las 7.15 hora local (11.15 GMT) en Wrightsville Beach, en Carolina del Norte, según datos del Centro Nacional de Huracanes (NHC), que anticipa "catastróficas" inundaciones para los próximos días.

El huracán Florence ha tocado ya tierra en Carolina del Norte con vientos que superan los 150 kilómetros por hora. Ya hay decenas de localidades inundadas, decenas de miles de personas están afectadas por cortes de luz y se está comenzando a evacuar a personas que han quedado atrapadas en sus casas. Las autoridades recomiendan que nadie intente ya irse en coche de la zona. Un equipo de TVE está en la zona.

El huracán de categoría 2 Florence, que se debilitó ligeramente en las últimas horas, está dejando ya intensas lluvia y fuertes vientos en la costa sureste de Carolina del Norte, en el sureste de Estados Unidos. Un equipo de Televisión Española ha visitado Wilmintong, en este estado de EE.UU., la zona donde más se va a sentir el impacto del huracán, que tocará tierra este viernes por la mañana.

La llegada del huracán Florence a las costas de Carolina del Norte y del Sur resulta inminente, por lo que miles de comunidades ultiman "con urgencia" los preparativos para protegerse de las devastadoras consecuencias que proyectan las autoridades. En Wilmington, ciudad de la costa sur de Carolina del Norte que recibirá este viernes el primer impacto de la tormenta, muchos vecinos se agolpan aún en las salidas de la localidad para dirigirse a otros lugares del interior, donde los efectos serán mucho menores. Puertas y ventanas cubiertas con planchas de madera o, incluso, materiales más resistentes como el metal, sacos de arena para paliar las inundaciones y calles vacías casi por completo hacen que este enclave vacacional se haya convertido, en apenas un par de días, en una ciudad fantasma. A principios de esta semana, la Guardia Costera ordenó la evacuación "obligatoria" de varios puntos de la costa en los estados de Carolina del Norte, del Sur y Virginia, lo que afectó a cerca de un millón y medio depersonas, pero en muchos casos la orden no se ha cumplido. La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés) insistió hoy, en una conferencia de prensa, en que el mayor peligro del huracán Florence será "la tremenda cantidad de agua" que descargará a su paso por Carolina del Norte, del Sur y Virginia.