El presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, han mantenido este martes en Singapur una cumbre histórica que pone fin a 70 años de hostilidades y podría abrir la puerta a la desnuclearización de Corea.
A falta aún de un comunicado oficial y tras tres horas y media de encuentros, en privado y con las respectivas delegaciones, ambos mandatarios se han mostrado satisfechos. "Fantástica, mejor de lo que cualquiera podría haber imaginado", ha respondido Trump a las preguntas de los periodistas sobre el resultado de las conversaciones, que han comenzado con un apretón de manos.
El presidente de Estados Unidos ha participado en un acto con el primer ministro singapurense, mientras que el líder norcoreano incluso ha salido de su hotel para dar un paseo nocturno por la ciudad-estado.
Todo está listo en Singapur para la cumbre histórica entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong un. Ambos se verán las caras este martes para hablar de la desnuclearización de Corea.
Delegaciones de Estados Unidos y Corea del Norte se han reunido durante un par de horas para preparar la cumbre. A esa cita ha asistido el embajador estadounidense en Filipinas, Sung Kim, que representó a Washington en el diálogo de la década pasada sobre el programa nuclear de Pyongyang.
El Gobierno surcoreano cree que el éxito de la histórica reunión dependerá enteramente del encuentro "cara a cara" entre Trump y Kim más que de los trabajos previos.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha aterrizado este domingo en Singapur, dos días antes de la histórica cumbre que tiene previsto mantener este martes con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la ciudad-estado del sudeste asiático. Nada más llegar, Kim Jong-un ha mantenido un encuentro de 20 minutos con el primer ministro del país, Lee Hsien Loong, donde ha afirmado que "el mundo entero está pendiente de esta cumbre histórica entre la República Democrática del Pueblo de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) y los Estados Unidos de América". Unas cinco horas después, ha llegado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a bordo del Air Force One, que ha tocado tierra en la base aérea singapurense de Paya Lebar a las 20:20 hora local (14:20 hora pensinsular española), después de un largo vuelo desde La Malbaie (Canadá), donde asistió este fin de semana a la cumbre del G7.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado a retirar el apoyo al comunicado final de la cumbre del G7 como respuesta a las declaraciones del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien dijo en rueda de prensa que los aranceles estadounidenses al aluminio y al acero eran un insulto a los canadienses y que mantenía el plan para tomar medidas de represalia a partir del 1 de julio.
Trump, a través de Twitter, llamó a Trudeau "deshonesto y débil". "Basándome en las declaraciones falsas de Justin durante su rueda de prensa y en el hecho de que Canadá está aplicando aranceles enormes a los granjeros, trabajadores y empresas estadounidenses, he dado instrucciones a nuestros representantes para que no suscriban el comunicado", señaló el presidente de Estados Unidos.
Además, Trump ha añadido que su Gobierno analizará los aranceles a los automóviles extranjeros que llegan al mercado de EE.UU. , una medida que puede hacer mucho daño, entre otros, a la Unión Europea y, dentro de ella, a Alemania.