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Las normas de la Iglesia Católica para aprobar apariciones marianas y los "fenómenos paranormales" están a punto de cambiar. Este viernes se han anunciado las nuevas normas redactadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe y ratificadas por el Papa Francisco. La nueva normativa actualiza la que existía desde 1978 y busca orientar a los obispos, que hasta ahora tenían libertad para determinar la autenticidad de las visiones y apariciones. Además, la decisión final para reconocerlos tendrá que ser aprobada por el Dicasterio, un paso crucial para evitar, según subraya el texto, "los delitos, la manipulación de personas o daños a la unidad de la Iglesia" que "podrían provocar escándalos y minar la credibilidad" de la misma.

Aunque el conflicto en Tigray (Etiopía), en teoría, ya no existe, tampoco llega la ansiada paz. Marta Carreño, técnico de comunicación de Manos Unidas, habla de las dificultades de los etíopes para salir adelante.

La Cámara de Representantes ha vuelto a ser escenario de ataques personales y disputas partidistas entre congresistas republicanos y demócratas. En la sesión del Comité de Supervisión se discutía una resolución para acusar al Fiscal General Merrick Garland de desacato al Congreso, tema que ha quedado opacado por una acalorada discusión.

La representante republicana Marjorie Taylor Greene ha iniciado la polémica al hacer un comentario burlesco de la representante Jasmine Crockett, representante demócrata por Texas, en concreto, sobre sus pestañas postizas. La demócrata Alexandria Ocasio-Cortez ha exigido que Greene se disculpara, calificando el comentario de "absolutamente inaceptable".

Greene ha agregado más leña al fuego al cuestionar la inteligencia de Ocasio-Cortez. A pesar de las repetidas exigencias demócratas, Greene se ha negado a disculparse. El presidente del comité, James Comer, republicano por Kentucky, ha dictaminado que los comentarios de Greene no violaban las reglas de la Cámara, lo que ha terminado provocando más disputas.

Alemania es otro país donde la violencia hacia los políticos ha ido en aumento, incluso, con agresiones físicas. Esta tensión preocupa a las grandes empresas alemanas: creen que la ultraderecha es uno de los grandes riesgos para la prosperidad del país, y se han movilizado para frenarla. Firmas poderosas como Mercedes Benz, Siemens, Deutsche Bank, el principal banco alemán, o la Deutsche Bahn, la empresa de ferrocarriles del país, se han unido a la campaña bajo el lema "Defendemos los valores", que no menciona directamente al partido de Alternativa por Alemania (AfD).

Foto: Siemens

La nueva ley de movilización ucraniana, que reduce la edad de movilización de los 27 a los 25 años, tan necesaria para alimentar las filas del ejército del país, es profundamente impopular entre la población. Entretanto, Kiev trata de mantener a la población joven que huye del conflicto o pierde su vida en el frente, un bien imprescindible para reconstruir el país tras el fin de una guerra abocada al desgaste de ambos ejércitos.