Los informativos oficiales rusos han tratado de manera discreta la muerte de Mijaíl Gorbachov. Lo recuerdan como un hombre que quiso mejorar la economía del país y acabar con la Guerra Fría, pero que confió demasiado en Estados Unidos y provocó la caída de la Unión Soviética.
Entre los ciudadanos, Gorbachov suscita reacciones encontradas. No es fácil encontrar a rusos de a pie que lo defiendan públicamente dentro del país.
Hablamos en el Telediario con Anna Bosch, quien fue corresponsal en Rusia, estuvo en Moscú durante la Perestroika, conoció a los Gorbachov y fue testigo del ascenso de Putin. Recuerda que "tanto en Occidente como en Europa del este se valora no solo la democratización de la URSS, sino el hecho de que renunció a usar la fuerza y aplastar los movimientos democráticos" en los países satélites, como Polonia o Hungría. En cambio, dentro de Rusia el último dirigente soviético simboliza el "desabastecimiento" y "sobre todo el hombre que perdió el imperio".
Mijaíl Gorbachov fue el último dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y el hombre que con sus políticas puso fin a la Guerra Fría. Se puso al frente de la entonces segunda potencia mundial en un momento en el que las colas y el desabastecimiento de los supermercados evidenciaban que las cosas no iban bien.
Su receta fue la perestroika, un intento de libre mercado y socialismo. Al mismo tiempo impulsó la llamada glásnot. Delegó parte de su poder en el Parlamento y abrió la mano con la prensa y la libertad de expresión.
Gorbachov tuvo fluidas relaciones con dirigentes occidentales como Thatcher, Juan Pablo II o Reagan, con quien firmó un tratado histórico de desarme que le valió el Nobel de la Paz.
Tras su retirada de la vida política vivió momentos dolorosos como la muerte de su mujer, pero siguió trabajando con su fundación por un mundo más verde y sin armas nucleares.
En los seis años que estuvo al frente de la URSS, Mijaíl Gorbachov introdujo una reforma de gran calado en su país, acercó a su pueblo a la libertad y puso fin a la Guerra Fría. Se entendió con los tres grandes líderes conservadores del momento: Ronald Regan, Margaret Thatcher y Juan Pablo II. Sin embargo, durante su mandato, la Unión Soviética se derrumbó y muchos nunca se lo perdonaron. Eso sí, su voluntad de evitar una nueva guerra y su moderna imagen lo convirtió en un héroe para Occidente.
Anna Bosch analiza una de las figuras políticas más relevantes y controvertidas del siglo XX: Mijail Segueyevich Gorbachov. El padre de la ‘Perestroika’ y último presidente de la Unión Soviética ha muerto este martes en Moscú a los 91 años.
Carme Claudín, investigadora senior asociada del CIDOB, destaca el legado del expresidente soviético Mijail Gorbachov, fallecido este pasado martes, en el que incluye la seguridad nuclear, su política reformista y la transformación profunda del mapa europeo. "Gracias a Gorbachov, los países de Europa oriental, los bálticos y los nuevos estados surgidos dela URSS son independientes y soberanos", ha declarado en el Canal 24 Horas.
Claudín cree que el legado de Gorbachov y la política de Vladímir Putin son absolutamente contrapuestos. "Occidente ha respondido totalmente y plenamente, con total sinceridad, a los deseos de Gorbachov".
"Putin está dispuesto ahora a ir muy lejos, y teniendo en cuenta además la aventura en que se ha metido en su agresión a Ucrania", asegurado la investigadora, que cree que el tiempo trabaja en contra del presidente ruso.
Una de las reacciones más esperadas tras la muerte de Mijaíl Gorbachov era la del presidente ruso, Vladímir Putin. Horas después de conocerse el fallecimiento, el mandatario ha publicado un telegrama en el que asegura que Gorbachov influyó enormemente en la historia mundial, sin más valoraciones políticas.
Otros líderes han destacado su papel crucial para abrir camino a una Europa libre. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le ha descrito como un líder con capacidad para imaginar un futuro diferente y con el coraje de arriesgar su carrera para lograrlo, mientras la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha destacado su papel crucial para poner fin a la Guerra Fría.
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha recordado su papel en la caída del telón de acero, y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha afirmado que Gorbachov “cambió la historia”. Una idea que comparte el mandatario francés, Emmanuel Macron, quien le define como “un hombre de paz que cambió el curso de Europa”.
En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado que Gorbachov contribuyó a terminar con la Guerra Fría y a hacer de Europa y del mundo un lugar con más libertad. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha recalcado que “Mijaíl Gorbachov comprendió que Rusia y Europa debían mantener un diálogo permanente e hizo todo lo que estuvo en su mano por acercar Rusia a Europa y por crear un área de prosperidad compartida entre Rusia y Europa”.
José Cuenca Anaya fue embajador de España en Moscú durante cinco años y medio, en pleno mandato deMijaíl Gorbachov. Cuenta que entonces para un profesional de la diplomacia poder trabajar cerca del expresidente tenía “un máximo interés” y relata cómo vivió los esfuerzos de Gorbachov para cambiar el sistema de la Unión Soviética. “El mundo occidental tiene una deuda impagable con Gorbachov”, sentencia el que fuera embajador en Rusia. Aunque su éxito no resultó el mismo en su país natal. “Él quiso acabar con el miedo a través de una transformación política que fue la perestroika. Quiso acabar con la mentira a través de laglásnot, con la transparencia informativa”, ha señalado Anaya. Unas acciones que, a su parecer, le hicieron ganarse la antipatía en Moscú.
España está logrando desde hace un tiempo una serie de logros diplomáticos y sociales que la están situando en la cara más activa de la política europea y es que, como ha explicado en Las Mañanas de RNE el politólogo y analista internacional en Political Rooms, Daniel Gil, el gobierno de Sánchez estaría tomando “una posición más proactiva”, buscando “alianzas más variables, con distintos actores dentro de la Unión”, como ha indicado. Todo ello está logrando, a ojos del analista, que nuestro país esté viviendo “un momento más dulce” en cuanto a su influencia dentro de la Unión Europea. Algo que se ve ligado a las buenas relaciones que tiene con países históricamente líderes como Alemania o Francia.
Gil valora también que las circunstancias actuales están siendo“más favorables” en cuanto a que nuestro país pueda lograr este poder del que ha carecido históricamente, y destaca algunas como su posición frente al ahorro energético, “la debilidad del liderazgo de Scholz” o incluso la caída de Draghi, sobre la que subraya que: “El detrimento de Italia ha jugado un papel a favor de la influencia de España”.
Esta posición, según considera el politólogo, no tiene por qué dañar a Pedro Sánchez puesto que estaría consiguiendo las metas que se habrían planteado de cara a Europa. Pero recuerda que, a pesar de estos logros, si no cuenta con undiscurso interno “que atraiga el electorado, no va a conseguir el voto”.
Cristina Gallach, actual Comisionada Especial para la Alianza por la Nueva Economía de la Lengua, fue durante muchos años corresponsal de la Agencia EFE en Moscú, llegando a conocer personalmente a Mijaíl Gorbachov, al que ha calificado de "un hombre extraordinario en momentos extraordinarios". Gallach ha destacado que, a pesar de que, "la unión Soviética era irreformable", el ruso no cejó en su empeño, guiado por su "actitud positivista, de buscar lo imposible" que "le marcó siempre". "Gorbachov logró una de las grandes transformaciones que han marcado el s.XX", ha asegurado Gallach, aunque ha destacado que fue "muy denostado internamente", ya que, según la ex periodista, lo que para occidente significaba el cambio, dentro del país supuso una crisis que marcó profundamente a una población que no llegó a empatizar con este gobernante.
Mijaíl Gorbachov, el último dirigente de la URSS, falleció ayer en Moscú a la edad de 91 años. Responsable y promotor durante su mandato de la Perestroika (reforma política) y, poco después, de la Glasnost (transparencia informativa), puso fin al medio siglo de antagonismo entre Este y Oeste conocido como Guerra Fría. Este aperturismo político y el deshielo con Occidente le granjearon el premio Nobel de la Paz en 1990. Gorbachov llevaba años retirado de la vida política aunque había manifestado en varias ocasiones su desacuerdo con el gobierno de Vladímir Putin.
El último presidente de la URSS y padre de la 'perestroika', Mijaíl Gorbachov, ha fallecidoen Moscú a la edad de 91 años. "Esta tarde, tras una larga y grave enfermedad, ha fallecido Mijaíl Gorbachov", han dicho fuentes del Hospital Clínico Central a la agencia RIA Nóvosti.
De acuerdo con la agencia TASS, Gorbachov será enterrado en el cementerio de Novodevichy de Moscú, donde yacen los restos de destacados personajes de la historia de este país y se encuentra también la tumba de la esposa de Gorbachov, Raísa.
Gorbachov llevaba años viviendo alejado del foco mediático por problemas de salud. Los medios locales llegaron a afirmar que pasaba meses hospitalizado por un cúmulo de afecciones. En 2019, el último dirigente soviético fue ingresado por una neumonía.
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