Bélgica recuerda este miércoles a las víctimas de los atentados de Bruselas de hace un año. Murieron 32 personas y más de 320 resultaron heridas en ataques con bomba en el aeropuerto de Zaventem y en la estación de metro de Maelbeek. Unos atentados reivindicados por el Estado Islámico pero llevados a cabo por residentes belgas.
El país sigue viviendo en estado de vigilancia y donde más se advierte es en el distrito de Molenbeek, un barrio situado a diez minutos de la Grand Place de Bruselas. Muchos de los que participaron en los atentados vivieron o se prepararon allí.
Con 96.600 residentes y un 40% de población musulmana (de Turquía y Marruecos, sobre todo), es uno de los distritos más densamente poblados de Bélgica pero también uno de los más pobres. Su tasa de paro triplica la nacional.
La Policía, que ha allanado en el último año más de una cuarta parte de las viviendas del distrit9, calcula que existen 51 organizaciones con vínculos terroristas y un centenar están bajo sospecha.
En el último año, ningún presunto yihadista ha viajado a Siria e Irak desde Molenbeek. Un dato que ha animado a la Policía belga a pedir, no sin reticencias, que el plan antiterrorista llevado a cabo en este distrito se extienda a todo el país.
La solidaridad mediante donaciones de aquellos peruanos que no se han visto afectados por el fenómeno de 'El Noño costero' se ha sumado la ayuda internacional que ha comenzado a llegar a Perú para paliar la situación catastrófica provocada por las inundaciones. A los 75 fallecidos se suman los más de 100.000 damnificados que, en muchos casos, han quedado aislados. 6.000 de ellos, los más vulnerables, han sido evacuados por aire.
La hija mayor del presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump, tendrá oficina propia en la Casa Blanca. Aunque no tendrá ningún cargo oficial, porque la ley federal anti-nepotismo impide que un familiar del presidente tenga responsabilidades en el Gobierno, accederá a algunas informaciones clasificadas. Según su abogado, respetará el mismo código ético que el resto de los empleados. La decisión ha provocado polémica y reaviva las críticas sobre el papel está teniendo la hija de Donald Trump.
Estados Unidos y Reino Unido obligarán a facturar los aparatos electrónicos de mayor tamaño que un teléfono móvil a los pasajeros de vuelos sin escalas procedentes de varios países de mayoría musulmana de Oriente Medio y el norte de África. Las autoridades de ambos países lo han justificado por motivos de seguridad, aunque no han especificado una amenaza terrorista concreta.
A un mes de las primeras vueltas de las presidenciales francesas, los cinco principales candidatos celebraron el primer debate televisado. Emmanuel Macron y en menor medida Marine Le Pen, centraron buena parte de los ataques.
El gobierno de Donald Trump va más allá en su control de la inmigración y prohíbe que los pasajeros que enmbarquen en vuelos desde distintos países de mayoría musulmana de Oriente Medio y África puedan subir a la cabina aparatos electrónicos de mayor tamaño que un móvil. La norma afecta a unos 50 vuelos diarios hacia Estados Unidos procedentes de 10 aeropuertos internacionales.