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Un simulacro a gran escala ha puesto a prueba la seguridad de una de las rutas marítimas más transitadas en verano. Enlaza Marruecos y España, y transporta a más de millón y medio de personas en apenas tres meses. Por tierra, mar y aire las fuerzas de ambos países tratan de socorrer a los pasajeros y tripulantes en una situación de alta gravedad.  

El mediador en la guerra civil de Siria, el argelino Lajdar Brahimi, deja su cargo frustrado por la imposibilidad de nuevas negociaciones de paz. Brahimi culpa sobre todo al gobierno de Bashar Al-Asad. Dice que es inaceptable que vaya a ser reelegido por otros siete años en las elecciones del 3 de junio, unos comicios que la oposición y gran parte de la comunidad internacional consideran una farsa.

El Primer Ministro paquistaní ha pedido medidas urgentes para aclarar el asesinato de la joven Farzana. El marido de la joven, lapidada por no haberse casado con su primo, ha reconocido que él mató a su primera esposa para poder volver a casarse. Un crimen que no tuvo castigo, porque su hijo le perdonó.

El periodista del caso Snowden, Gleen Greenwald, ha reconocido a Televisión Española que nunca imaginó que las filtraciones sobre el espionaje masivo de Estados Unidos sirvieran para abrir un debate mundial sobre el control político de internet. Greenwald presenta en España su libro sobre el exanalista de la CIA.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha anunciado que ha perdido el contacto con otros cuatro observadores internacionales que fueron detenidos por hombre armados en la ciudad de Severodonetsk, en el este de Ucrania. Los vehículos en los que viajaban cuatro observadores y un intérprete ucraniano fueron interceptados por hombres armados este jueves al anochecer y no se ha vuelto a tener contacto con ellos, ha informado la OSCE en un comunicado.

Catorce militares ucranianos, incluido un general, viajaban en el helicóptero derribado por milicias prorrusas en Slaviansk, en el este de Ucrania. El presidente electo del país, Petró Poroshenko, ha prometido "aplastar" una rebelión secesionista que, por ahora, resiste a lo que Kiev llama "operación antiterrorista".