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Muchos flecos sueltos, al menos para algunos políticos y medios de comunicación, y muchas dudas sobre la legalidad y los métodos de la operación que acabó con la muerte de Bin Laden. "¿Hubiera sido posible conseguir la información si en su día no se hubieran aplicado técnicas de interrogatorio mejoradas?" La pregunta se la hacía hoy un diputado republicano al fiscal general del Estado. "No lo sé", contesta Eric Holder. "¿Deberían recuperarse ese tipo de interrogatorios, declarados ilegales por Obama por considerarlos torturas?", pregunta la CBS al director de la CIA. "Esa siempre sera una cuestión abierta", responde Leon Panetta entrando de lleno en un debate con el que el Partido Republicano pretende demostrar que los métodos aprobados por Bush han dado buenos resultados y que además no es el único.

La operación fue legal, legítima y apropiada desde cualquier punto de vista, ha dicho hoy también el fiscal general, y la sala de prensa de la Casa Blanca hierve por las contradicciones del Gobierno. "Son imprecisiones propias de las prisas", justifica el portavoz, pero eso de que Bin Laden no fuera armado ni utilizara a su mujer como escudo, en contra de lo que se dijo en un principio, no contribuye a despejar las dudas.

Tampoco ayuda que las fotos de Bin Laden muerto sigan sin difundirse ni unas supuestas declaraciones de la hija pequeña de Bin Laden diciendo que a su padre lo cogieron vivo y luego lo mataron.

Aunque, en realidad, a la opinión pública estadounidense todo esto no parece importarle demasiado. El 80% apoya sin fisuras esta operación y la popularidad de Obama ha subido 11 puntos.

Después de cuatro años de rivalidad y enfrentamientos. En la ceremonia ha estado el líder en el exilio de Hamás, Jaled Meshal, en un gesto excepcional. También altos representantes de la ONU, la Liga Árabe y el gobierno egipcio.

Grupos sirios de defensa de los derechos humanos aseguran que hay 8.000 personas detenidas o desaparecidas. Afirman que el régimen ha acusado a centenares de ellas de delitos contra el prestigio del Estado, penados con tres años de cárcel.

Y podría llevar a este país, el más pobre entre los árabes, a un colapso económico. No sólo la oposición, sino también miembros del gobierno esperan que el presidente Saleh acepte finalmente el plan de transición propuesto por los países del Golfo.

Medios periodísticos paquistaníes aseguran que la hija menor de Bin Laden, que estaba en la casa cuando irrumpieron las fuerzas especiales, les acusa de haber capturado vivo a su padre y de haberlo ejecutado minutos después. Hoy también hemos conocido y visto algunos detalles del edificio que sirvió de escondite a Bin Laden y su familia en los últimos años.

Desde 2007, durante la administración Bush, la CIA conocía el nombre de una de las pocas personas de confianza del enemigo número 1 de Estados Unidos. Era el kuwaití Abu Ahmad, que le hacía llegar los mensajes al líder de Al Qaeda. Siguieron varias pistas y los servicios secretos lo localizaron en Peshawar, al norte de Pakistán. Esa valiosa información la obtuvieron mediante lo que la administración estadounidense llama "técnicas de interrogatorio mejoradas" y otros, torturas.

Pendientes de que la Casa Blanca publique alguna prueba que certifique su muerte, siguen conociéndose datos sobre cómo fue la intervención del comando en Pakistán. Distintas versiones, algunas contradictorias, que ponen de nuevo a prueba las relaciones de Estados Unidos con el gobierno paquistaní..

El director de la CIA, Leon Panetta, ha reconocido que Osama Bin Laden no estaba armado en el momento del asalto, pero que a pesar de ello los militares tenían autorización para matarlo. Además, ha reconocido que las técnicas de asfixia simulada proporcionaron pistas claves para llegar hasta el líder de Al Qaeda. Mientras, la popularidad del presidente de EE.UU., Barack Obama crece nueve puntos desde que se conoció la muerte de Bin Laden (04/05/2011).