Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba
  • Las firmas Chanel, Fendi y Karl Lagerfeld despiden 'con alegría' a su director creativo
  • Hubo música de piano y violín, tangos y la actuación del cantante Pharrell Williams

Las creaciones del diseñador de moda más admirado e influyente de todos los tiempos vinculadas con la pintura española de los siglos XVI al XX. Eso es lo que plantea la exposición Balenciaga y la pintura española que acaba de inaugurarse en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid y que hoy os proponemos como escapada.

Dicen sus biógrafos, que el diseñador Cristobal Balenciaga vio los primeros cuadros de Goya o Zurbarán en el palacio de veraneo de la marquesa de Casa Torres en Getaria. Balenciaga, hijo de una costurera y un pescador, se puso a disposición de la abuela de la futura reina Fabiola de Bélgica con 13 años.Fue su primer contacto con la alta costura pero también con el arte. Y a lo largo de su vida, el modisto no dejó de inspirarse en las obras de los grandes pintores de nuestro país. Ahora una exposición hace dialogar pinturas y vestidos en el Museo Thyssen de Madrid.

Una información de Olga Baeza.

Óleos de Velázquez y El Greco han cruzado de acera para salir del Museo del Prado y llegar al Thyssen. Hasta allí también ha ido ‘La Duquesa de Alba de blanco’ de Francisco de Goya que 'vive' en el Palacio de Liria. Y no falta a la cita un Zurbarán que se ha descolgado de la parroquia de Santa Bárbara. Al final se juntan 55 cuadros de pinacotecas nacionales, fundaciones y colecciones privadas. Un grupo de obras de valor incalculable que abraza con su poderío el maravilloso legado del Cristóbal Balenciaga.

90 trajes y vestidos, de distinta procedencia, forman la mayor exposición que se hace del modisto de Getaria en Madrid en 45 años. El conjunto es apabullante.

Nos adentramos en la mayor planta de reciclaje de tejidos del mundo, en la era de la abundancia de ropa barata. Está en la ciudad italiana de Prato, donde dieron sus primeras puntadas grandes firmas de moda. Hace unos años se llenó de talleres textiles regentados por ciudadanos chinos. Y ahora es una esperanza para el medio ambiente. Allí ha estado nuestra corresponsal Sagrario Ruiz de Apodaca.