Pedro Sánchez ha visitado Israel y Gaza como presidente de turno de la Unión Europea, y ha podido comprobar sobre el terreno el horror de los ataques de Hamás. Se ha reunido con el primer ministro israelí y también con el líder de la autoridad nacional palestina.
A Benjamín Netanyahu, Sánchez le ha dicho que entiende su dolor y frustración, pero ha sido muy claro: la respuesta de Israel no puede ser desproporcionada. Ante Abás ha defendido que sea su organización la que tome el control de Gaza una vez termine el conflicto.